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Transportes

Los taxistas se rebelan contra la decisión de la ciudad de Ibiza de que libren un día a la semana en verano

La asociación mayoritaria anuncia que batallará: «Es muy grave»

Fila de taxis en la parada de Bartomeu Roselló, junto al puerto de Eivissa. | TONI ESCOBAR

La Asociación de Taxistas Autónomos de la ciudad de Ibiza, que es la mayoritaria en la ciudad, se rebela contra la decisión del segundo teniente de alcalde y responsable de Movilidad de Vila, Aitor Morrás, de Unidas Podemos, de que a partir del próximo verano todos los conductores deben descansar al menos un día a la semana. «Es muy grave. Batallaremos que nos pare el coche un día, no la libranza de los asalariados, que libran cuando quieren. El concejal [Morrás] ha de velar por el servicio del taxi pero también por la supervivencia de los que lo explotan y escuchar a las asociaciones del municipio. Déjenos trabajar que venimos del covid», resaltó ayer el presidente del colectivo mayoritario de taxistas de Vila, Alejandro Cardell.

Morrás se dirige a los taxistas en una reunión del año pasado sobre el calendario laboral. | D. I.

Morrás anunció ayer a los taxistas, en una tensa reunión sobre el calendario de libranzas de invierno, que va a aprobar por decreto por primera vez una programación anual, en el que se incluirá un día libre a la semana en verano. En principio, el Ayuntamiento obligará a que los vehículos se queden una jornada por semana en el garaje, pero, según Morrás, está abierto a que los taxistas presenten una propuesta para que los vehículos puedan trabajar ininterrumpidamente pero con un sistema de control para verificar que los conductores descansan un día de la semana. Morrás ya anunció esta medida a principios de 2020 pero se pospuso por culpa de la pandemia. Hubo reuniones hace dos años sobre este asunto, pero los taxistas hicieron caso omiso, por lo que Morrás, que ya da por cerrado este debate, justifica que es necesario para garantizar «la seguridad y la calidad del servicio».

Para evitar que el Consistorio obligue a parar un día la actividad de cada taxi, Morrás dice que se debería implantar un sistema de control biométrico (huella dactilar), que es «neutral y fiable», para controlar que se cumple la jornada de descanso. En invierno, se trabajan cuatro días y se para dos.

Morrás puntualiza que el Ayuntamiento no se mete en cuestiones laborales, sino en «los descansos» que se consideran «normales» para garantizar «una conducción segura para los usuarios».

El representante de la asociación mayoritaria de taxistas lo niega y asegura que los argumentos que esgrime Morrás están «muy poco razonados». «Con las horas que hacemos en la carretera, los porcentajes de siniestralidad son muy bajos», indica.

Cardell destaca que los asalariados, que se llevan una parte de los ingresos, se oponen a esta medida. «Nos podemos pelear por estas cosas, pero este problema no existe. Sólo lo piensa Morrás por una cuestión de su partido», defiende, al tiempo que recuerda que, al margen de los días que el vehículo está en el taller, los asalariados libran cuando quieren. También advierte de que faltarán taxis o personal y que los taxistas de otros municipios, sin esta restricción, sí podrán trabajar en Vila mientras que a los de la ciudad les obligarán a estar un día a la semana en temporada en el garaje. «Es muy grave. Nos merma mucho la capacidad productiva», subraya.

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