Una tubería de unos 40 años de antigüedad causa vertidos diarios en Cala de Bou procedentes de la red de saneamiento, específicamente en la zona del hotel de Es Pins. El Ayuntamiento de Sant Josep asegura que trabaja para minimizar los daños que están causando durante este verano, según apuntó ayer un portavoz de la institución.
La cañería, de fibra, no desemboca en el mar, pero este problema se produce porque está «muy deteriorada» debido a lo antigua que es, y cuando se rompe, las aguas residuales se vierten y a menudo llegan al mar: «Es cierto que estamos teniendo unos problemas reiterados, pero en la zona hay un camión para poder reaccionar rápidamente cada vez que se detecta una rotura y bombear para tratar de evitar que los vertidos lleguen al mar», explicaron desde el Ayuntamiento.
Un vecino de la zona aseguró a Diario de Ibiza que se producen vertidos «todos los días», lo que causa «malos olores»: «A partir de las 10.30 horas es cuando se vierten aguas sucias al mar, y parece que hay muchas toallitas», explicó.
Cambiar la canalización
El portavoz municipal apuntó que el problema se agrava debido a que la tubería está parcialmente dentro de una propiedad privada, un hotel, «lo que complica que se pueda actuar rápidamente cuando hay problemas e incluso la actividad normal del propio establecimiento». Por ello, el Consistorio está trabajando en un proyecto que permita sustituir esta tubería y modificar su recorrido, sacándola del hotel, para que pase a estar toda en espacio público: «De este modo, cualquier intervención se podrá hacer con más comodidad y con el mínimo trastorno», aseguró el portavoz municipal.
El tiempo para ejecutar el proyecto dependerá del tipo de contrato que se haga, que vendrá condicionado por el presupuesto necesario: «Depende de lo que se necesite, si un contrato menor u ordinario». De todos modos, la previsión es que la instalación esté reformada este mismo año. Además, el hecho de que haya tuberías de saneamiento que pasen por dentro de instalaciones privadas no es una cosa extraña y desde el equipo de gobierno municipal aseguran estar intentando corregirlo, no solo en este caso.
«Crea inconvenientes de manera habitual, pero somos conscientes de lo que ocurre y se está trabajando en la solución», insistieron ayer desde el Ayuntamiento de Sant Josep.
