El Consell de Ibiza abre mañana el periodo de exposición pública, con un plazo de 30 días hábiles, de una piscifactoría de lenguados en unos terrenos de es Codolar promovida por la empresa Granja Marina d'Eivissa S.L. Los promotores contemplan una producción anual de 120 toneladas, con la posibilidad de exportar hasta el 80% a la Península y al mercado europeo.
Tras este plazo de exposición en el Consell, que es el órgano competente en esta materia, el proyecto podría recibir el visto bueno definitivo en unos seis meses si cumple con los requisitos del resto de administraciones implicadas, como la conselleria de Medio Ambiente del Govern, según los cálculos del biólogo Joan Blasco, uno de los promotores. Además, la empresa está formada por el también biólogo Pep Martínez, el informático y docente Rafel Serra y José Suñer.
Detalles del proyecto
Granja Marina d’Eivissa registró, a finales de agosto de 2017, la solicitud para obtener el permiso de cría y engorde de lenguado en tierra. La inversión prevista es de 4,3 millones de euros y supondría la puesta en marcha de la única piscifactoría en Ibiza y una de las pocas dedicadas al lenguado en España, concretamente a la variedad Solea senegalensis.
La nave con las instalaciones de cría se ha planificado con una superficie de 3.400 metros cuadrados y una altura de siete metros, aunque la mitad estará soterrada para reducir el impacto visual, tal y como propusieron los vecinos. El resto de la construcción se prevé ocultarla tras unos taludes cubiertos de vegetación, formados con la tierra extraída para construir la planta.
Los terrenos para esta granja de lenguados, dos parcelas contiguas de unos 28.000 metros cuadrados en total, se encuentran a 900 metros de la playa de es Codolar y al lado de la carretera de sa Caleta, en las inmediaciones del aeropuerto de Ibiza y dentro del área de influencia del Parque Natural de ses Salines.
Extracción de agua del mar
La planta se abastecería de agua del mar extraída de un pozo a 200 metros de la costa, siguiendo las recomendaciones de la dirección general de Recursos Hídricos para no afectar a los acuíferos de la zona, que están salinizados. Con el agua del mar, el proyecto contempla rellenar 300 tanques, de 16 metros cuadrados de superficie y 0,3 metros de altura cada uno. La granja contempla una línea de cría y desarrollo larvario de ejemplares de Solea senegalensis y otra de engorde de los alevines, desde los diez gramos hasta alcanzar un peso máximo de entre 400 y 500 gramos.
Salida comercial
Cada semana se sacrificarían 2.400 kilos de pescado, en dos tandas de 1.200, a través de un choque térmico por congelación. Blasco destaca que se trata de una especie con mucha salida comercial, ya que el precio de mercado quedaría en unos 13 euros el kilo, mientras que el lenguado salvaje vale entre 22 y 24 euros. De hecho, hasta el 80% de la producción, estimada en 120 toneladas anuales, podría tener como destino la Península y el mercado europeo. La piscifactoría generaría once puestos de trabajo directos y fijos, con media docena de técnicos cualificados, según los cálculos del proyecto de Granja Marina d'Eivissa.
Uno de los promotores, el biólogo Joan Blasco, cuenta con una experiencia de más de una década en la acuicultura en Valencia antes de establecerse en Ibiza para ejercer como docente de Secundaria. Blasco explicó a este diario que la cría de lenguado apenas se ha desarrollado en las piscifactorías porque, por las características de la especie, no es viable su engorde en jaulas en el mar con la actual tecnología. Por ello, su producción debe llevarse a cabo en unas instalaciones en tierra.
El antecedentede la plataforma ‘Mariana’
El novedoso proyecto de Granja Marina d'Eivissa puede convertirse en la primera piscifactoría de la isla, aunque en las Pitiusas existe el antecedente de la plataforma ‘Mariana’ de Formentera, en aguas cercanas a s’Espardell. Se trata de una estructura de 600 metros cuadrados y 45 metros de largo que, tras su hundimiento en 1991, se ha convertido en uno de los pecios más atractivos para la práctica del submarinismo. No obstante, tres años antes se puso en marcha como granja de cultivo intensivo de doradas y lubinas en mar abierto.
