La lista de los 50 radares más ‘multones’ de la red viaria española incluye a uno de Mallorca y a otro de Ibiza, ambos muy activos pese al notable descenso en las multas que han generado a causa de las restricciones a la movilidad aplicadas durante el pasado año debido al coronavirus.
El informe elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) con los datos de la Dirección General de Tráfico, en el que se enumeran los equipos de control de velocidad que más infracciones detectaron durante el pasado año, coloca el radar situado en el kilómetro 15 de la autopista de Calvià en el puesto 18 del conjunto del país, con 16.892 sanciones aplicadas, o lo que es lo mismo, una media de algo más de 46 conductores pisando en exceso el acelerador cada día.
A no mucha distancia aparece el radar del kilómetro 9 de la autovía de Sant Antoni de Ibiza, que se sitúa en el puesto 28 dentro de la red viaria española, con 14.271 infracciones detectadas, lo que supone une media de 39 multas diarias por superar el límite de velocidad autorizado.
Como referencia, señalar que el radar más ‘multón’ de España, según la terminología de la AEA, se encuentra en Málaga, con 48.771 denuncias a lo largo de 2020, mientras que el segundo aparece en Valencia, con 47.711.
Líderes a la baja. Reducción de las sanciones con la covid
Las restricciones a la movilidad que ha conllevado la pandemia han generado un notable recorte en el número de excesos de velocidad detectados, aunque los radares de la autopista de Calvià y de la autovía de Sant Antoni mantienen el liderazgo en las islas.
Estrategia. Críticas a Tráfico por su planificación de controles
Desde las asociaciones de conductores y desde las patronales del transporte se pide a Tráfico que revise su estrategia y que potencie los radares en la red secundaria y no en las autopistas, alegando que en la primera hay más accidentes.
Un dato a tener en cuenta es que tanto el radar de la autopista del Ponent mallorquín como el del eje de Sant Antoni de Ibiza son viejos conocidos de los conductores de Balears, dado que también ocuparon puestos de privilegio durante 2019 en la lista de los radares con más infracciones detectadas en el conjunto del país.
En 2019, ejercicio previo a la pandemia, este equipo de control de Mallorca registró 26.704 infracciones por velocidad excesiva, lo que equivale a una media de 73 diarias, mientras que en el de Ibiza se alcanzaron las 44.033, o lo que es lo mismo, 120 al día, lo que lo convirtieron en el más activo del conjunto de Balears.
Reducción en la movilidad
En cualquier caso, esta evolución permite comprobar la fuerte reducción en la movilidad que el coronavirus ha provocado en las islas, derivada tanto de las restricciones que se aplicaron en los desplazamientos de los residentes como por el cierre en la llegada de turistas y, consecuentemente, por la caída en la circulación de la flota de coches de alquiler.
Pero estas cifras, al igual que las que se han dado en el conjunto de la red viaria española, abren una polémica, ya que según AEA la ubicación de los radares más activos se registran mayoritariamente en autopistas y autovías, que no se caracterizan por presentar las tasas de siniestralidad más elevadas.
Las cifras
16.892. Multas generadas por el radar de la autopista de Calvià
Durante el pasado año el radar situado en el kilómetro 15 de la autopista de Calvià registró una media de 46 infracciones diarias, lo que lo coloca en el puesto 18 del ranking nacional.
14.271. Infracciones registradas por el radar de Sant Antoni
A lo largo de 2020 el radar del kilómetro 9 de la autovía de Sant Antoni, en Eivissa, generó una media de 39 multas cada día, una cifra que lo sitúa en el puesto 28 de los equipos que más sanciones generan.
Según esta organización, este hecho supone que la elección de los puntos en los que se instalan los radares tiene, fundamentalmente, un afán recaudador por parte de la Dirección General de Tráfico, dado que las vías más peligrosas en esta materia son las que se encuentran en la red secundaria. Es por ello que se reivindica al citado organismo estatal «que se replantee su política de radares», al considerar que no está consiguiendo el objetivo que debería perseguirse con ellos, como es reducir la siniestralidad.
Esta tesis es compartida por los transportistas de las islas. Desde la federación balear que representa a este sector se coincide con que los excesos de velocidad resultan especialmente peligrosos en la red secundaria, donde además existe el riesgo adicional de que se produzcan colisiones frontales fruto de los adelantamientos peligrosos o por invasiones de la calzada contraria.
