El presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Desamiantado (Anedes), Gonzalo Zufía, ha mostrado su preocupación ante la mala práctica que está proliferando en las instalaciones de placas solares sobre cubiertas de fibrocemento con amianto, «empeorando un problema grave que afecta a la salud de millones de personas», afirman desde la entidad.

«Las placas de amianto siguen instaladas en muchos lugares en toda España, ya que tienen una vida muy amplia. Ahora, cuando hay proyectos de instalación de placas fotovoltaicas, en muchas ocasiones se están instalando encima de las placas de amianto», una acción que resulta muy peligrosa para la salud tanto de los trabajadores como del resto de personas.

La instalación de placas solares requiere la previa retirada del amianto. D.I.

Para instalar la estructura que va a soportar las placas solares, si se realiza sobre placas de amianto hay que perforarlas, andar sobre ellas y manipularlas, generando riesgos que pueden resultar muy graves. «Lo ideal es que el amianto se retire antes de instalar las placas, siempre con empresas autorizadas para ello, y poner cubiertas libres de amianto», destaca Gonzalo Zufía.

Ayudas de eficiencia energética

El presidente de Anedes valora que, en la regulación de las ayudas de eficiencia energética, el Gobierno contemple la retirada de materiales con amianto. «Quien quiera que le financien la instalación de placas fotovoltaicas va a tener que retirar el amianto, al menos el que afecte al proyecto», incide Zufía. «Es lo lógico y por lo que está apostando la Unión Europea: retirar estos materiales y acabar con el problema», destaca el presidente de Anedes.

«Desde Anedes, y como no puede ser de otra forma, celebramos que el mundo esté volcado en las energías renovables, pero creemos necesario recordar que existe una legislación sobre los trabajos con amianto que hay que cumplir siempre que se actúe sobre o en las inmediaciones de este cancerígeno tan potente». 

En Balears hay cerca de 3 millones de m2 de cubiertas con amianto. D.I.

Anedes recuerda que solo las empresas que están inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) y cuentan con un Plan de Trabajo aprobado por la Autoridad Laboral competente están autorizadas y capacitadas para llevar a cabo este tipo de trabajos, que requieren de la retirada previa del amianto con todas las garantías de seguridad para los trabajadores y público en general.

El amianto, presente en zonas agrícolas, industriales y viviendas

A lo largo de los años, hasta 2001, se instalaron placas de uralita en diferentes cubiertas: naves industriales, agrícolas, viviendas, etc. Placas que a día de hoy continúan, en muchos casos en un estado de deterioro que puede provocar daños medioambientales y en la salud de las personas. De hecho, se estima que en Baleares en la actualidad hay más tres millones de metros cuadrados de cubiertas de fibrocemento con amianto. Se trata de un material muy resistente cuya manipulación, sin embargo, es altamente cancerígena. Por ello, su instalación se prohibió en 2002.

Según varios informes del Comité Económico y Social Europeo, un órgano consultivo de la Unión Europea, solo el mesotelioma, un tumor muy agresivo que afecta a la pleura y causado principalmente por la exposición al amianto, se cobrará la vida de 300.000 ciudadanos europeos de aquí a 2030. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que cada año en Europa se diagnostican entre 20.000 y 30.000 nuevos casos de enfermedades relacionadas con el amianto.