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Un vídeo de seguridad muestra la participación de una segunda persona en el robo a Matutes

Uno de los investigadores asegura en la segunda sesión del juicio que en las imágenes de una cámara de seguridad se puede ver a un hombre manipulando la caja fuerte mientras el principal acusado se encontraba en la planta baja del Grupo de Empresas

Los acusados en el banquillo durante la segunda sesión del robo al Grupo de Empresas Matutes. | TONI ESCOBAR

Un agente del Cuerpo de Policía Nacional que participó en la investigación del robo de 2,7 millones de euros al Grupo de Empresas Matutes declaró ayer, durante la segunda sesión del juicio, que las imágenes de una cámara de seguridad instalada en la sede de la empresa probaban la participación de una segunda persona en el robo del dinero.

Según el testimonio del agente, había dos sistemas de videograbación distintos instalados en el edificio: el circuito de vigilancia de todo el edificio, gestionado a través de una empresa de seguridad, y una cámara ajena a ese circuito que estaba instalada en la planta donde tuvo lugar el robo.

El testigo relató cómo en las imágenes de seguridad se puede ver por una parte al policía Rafael Rodríguez, presunto autor material del robo, manipulando las cámaras del circuito de vigilancia del edificio, mientras la cámara instalada en la tercera planta captaba, a la misma hora, la presencia de otra persona, de «complexión robusta», junto a la caja fuerte y algunos destellos alrededor de la misma, lo que llevó a los investigadores a la conclusión de que la caja estaba siendo manipulada.

Imagen del vídeo

El abogado José Antonio Prieto Palacio, defensor de Rodríguez, preguntó entonces al testigo si consideraba que el robo podrían haberlo cometido dos personas y su respuesta fue afirmativa, aunque reconoció que en las imágenes no se podía apreciar la identidad del individuo que aparecía junto a la caja fuerte de la que se sustrajo dinero, por lo que no se podía afirmar que se tratara del otro policía encausado, José Joaquín Fernández, acusado hasta ahora únicamente de encubrimiento. En la primera sesión del juicio, Rodríguez señaló a Fernández, por vez primera, como autor del robo.

Los acusados en el banquillo durante la segunda sesión del robo al Grupo Empresas Matutes. Toni Escobar

Según declaró un responsable de la empresa de seguridad que gestionaba el circuito de videovigilancia de la sede del Grupo de Empresas Matutes, Rafael Rodríguez, que llevaba cinco años trabajando habitualmente como vigilante en el edificio, desconocía la existencia de esa cámara en la tercera planta, por lo que sólo se habría preocupado de desconectar el circuito de cámaras general. Este mismo testigo explicó que la noche del robo saltó la alarma de incendios en el edificio debido al humo provocado probablemente por el uso de un soplete. Desde la empresa de seguridad llamaron a la persona de contacto encargada de la vigilancia de las oficinas, que era precisamente Rafael Rodríguez, quien desconecto la alarma con su código personal y les informó de que todo estaba controlado. La alarma volvió a sonar y la respuesta de Rodríguez fue la misma: «No hace falta que vengáis, yo me ocupo».

La custodia del dinero

A lo largo de la segunda jornada del juicio, que se prolongó durante toda la mañana, muchas de las preguntas a los testigos volvieron a girar en torno a posibles irregularidades en la cadena de custodia del dinero recuperado por parte de la Policía Nacional, que es una de las líneas de defensa de los abogados de los procesados.

Sobre este asunto testificó también un agente de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, quien explicó que, una vez concluida la investigación del robo, se había llevado a cabo una auditoría interna para determinar si existieron irregularidades o errores en la actuación policial en este caso y la conclusión fue que no hubo quebrantamiento de la cadena de custodia del dinero o de otras pruebas durante el procedimiento ni ninguna otra infracción de los protocolos policiales.

Una vecina de Rafael Rodríguez explicó que la Policía le pidió que acudiera como testigo a un terreno situado junto a su casa y que allí se hallaban el propio Rodríguez junto al entonces jefe de la comisaría de Policía de Ibiza y dos agentes más, «con el maletero de un coche abierto y contando los paquetes de billetes sobre un palé».

También compareció ayer en el juicio el director administrativo del Grupo de Empresas Matutes, al que se le preguntó por la procedencia del dinero sustraído. Respondió que la mayor parte correspondía a dinero recaudado entre finales de mayo y octubre en el hotel discoteca Ushuaïa y que guardaban el dinero en esa caja porque «estaba más seguro en la oficina», aludiendo a la seguridad de sus trabajadores para no llamar la atención con itinerarios regulares al banco.

Al terminar la sesión, el abogado de Rodríguez, José Antonio Prieto, aseguró a los periodistas que, de momento, no ha llegado a ningún acuerdo con la Fiscalía, aunque no lo descarta. En la sesión de esta mañana está previsto que declare a primera hora el presidente del Grupo Matutes y exministro, Abel Matutes Juan.

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