La limitación de aforos, de actividades, el cierre de parques o playas de noche, el número máximo de personas en reuniones sociales y familiares o incluso el cierre perimetral de barrios o municipios son medidas del Govern con su propia legislación en Balears. Sin embargo, hay una medida que ha quedado fuera del alcance de las comunidades y que sería la primera en ya no poder aplicarse una vez finalice el próximo 9 de mayo el estado de alarma: el toque de queda. Para no tener que renunciar a una medida clave en el control de fiestas ilegales o botellones en la calle en caso de enfrentarse a un nuevo repunte, el Govern ya está trabajando en el estudio y hablando con otras comunidades para poder aplicarlo en las islas de ser necesario más allá del próximo día 9 de mayo.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, afirmó el jueves que Balears necesita «todas las herramientas jurídicas» para establecer restricciones ante la pandemia, incluida la posibilidad de recurrir al toque de queda. Una medida «fundamental», en palabras de la presidenta del Govern. Sin embargo, esta medida quedará fuera del alcance del Ejecutivo autonómico en el momento en que decaiga el estado de alarma.

Por ello, el Govern ya está estudiando la fórmula necesaria para dar encaje a esta medida más allá de mayo. Con un mes por delante, el ejecutivo autonómico estudia todas las vías y ya ha puesto a la Abogacía del Estado a ello. Según explican fuentes del Govern, paralelamente, también se han mantenido contactos con otras comunidades autónomas para abordar esta cuestión, ya que la idea es plantear conjuntamente una propuesta al Gobierno en el seno del Consejo Interterritorial.

Medio año de toque de queda

Armengol ya abogó el jueves por «un debate sereno con el Gobierno de España» respecto a la capacidad de adoptar normas restrictivas de la movilidad por parte de las comunidades autónomas. Mientras tanto el actual toque de queda de las 22.00 horas hasta las 6.00 se mantendrá las próximas semanas mientras dura todavía el estado de alarma.

Los planes del Govern, así como de otras comunidades, se vieron ayer respaldados por el informe del Consejo de Estado que anima al Gobierno a establecer un marco legal que dé cobertura a las comunidades para la desescalada, en especial para medidas que quedan hoy fuera de su alcance como el toque de queda.

El Consejo de Estado recomendó ayer al Gobierno dar cobertura legal a las comunidades para poder aplicarlo

Cabe recordar que Balears empezó a aplicar el toque de queda a finales del pasado mes de octubre con la entrada del segundo estado de alarma, inicialmente desde las 23.00 horas hasta las 6.00 horas. Con el margen otorgado por el Gobierno a las comunidades para adelantar o retrasar una horas el toque de queda y ante la presión del sector empresarial, el ejecutivo autonómico retrasó las primeras semanas la limitación horaria a la medianoche. Fue a partir de la primera semana de diciembre ante la explosión de la tercera ola del coronavirus cuando se adelantó a las diez de la noche para mantenerse durante todas las fiestas de Navidad.

A finales de enero el Govern reclamó al Gobierno central adelantar el toque de queda a las 20 horas, pero la propuesta fue desechada por el entonces ministro Salvador Illa, que defendió que las comunidades tenían margen con otras medidas restrictivas.

La presidenta Armengol defiende que «es importante hacer una desescalada lenta y mantener para ello ciertas restricciones que favorezcan la efectividad del proceso de vacunación». Mientras, según mantuvo el jueves la líder del Ejecutivo, el avance del proceso de vacunación supone «la esperanza para una sociedad que padece desde hace más de un año una situación dolorosa».