Tercera denuncia por abusos sexuales contra un sacerdote de Ibiza. Ya son tres las personas que aseguran que fueron víctimas de este cura, que continúa en activo en la isla. En declaraciones en exclusiva a IB3, un hombre de Ibiza explicó ayer, con el rostro oculto y la voz distorsionada, que sufrió los presuntos abusos a manos de este sacerdote cuando tenía 16 años de edad, bastante más mayor que los otros dos, que según sus testimonios tenían 10 y 11 años cuando sufrieron los abusos.

Este hombre explicó de espaldas a la cámara un episodio que ya adelantó el primero de los denunciantes, Sergio Lleó, que denunció el caso en las redes sociales y motivó que el Vaticano ordenara emprender una investigación.

El tercer denunciante relató que, en una ocasión, yendo el sacerdote y él juntos en un coche, el primero «comenzó a desviar su mano de la palanca de cambios buscando mi entrepierna, y yo le quité la mano y le dije ‘tú paras, ya está bien’, y él comenzó a decir ‘no, no’ y paró y yo me bajé». «Me fui a casa y mi madre me preguntó qué me pasaba (...) y yo tenía vergüenza por lo que había ocurrido, y estuve muchos años sin decir nada», relató a la cámara de IB3.

Sentimiento de culpabilidad

En la entrevista a la televisión, el hombre aseguró en varias ocasiones que se siente culpable, porque, según señaló, era sabido que otros chicos habían sufrido episodios similares con ese sacerdote, y considera que si se hubiera atrevido a denunciar hace 30 años tal vez algunos se podrían haber evitado.

Este hombre dice que sufrió los abusos en 1990, con 16 años, y los dos testigos anteriores se refieren a los años 1994 y 1995, cuando tenían 10 y 11 años. Cuando tenía 28 años, el hombre comentó lo ocurrido con familiares y personas de su entorno, que le aconsejaron que no hiciera nada. «Me preguntaron que por qué había tardado tantos años en contarlo. Yo me quedé paralizado, confiaba en aquel hombre. Todos tenemos en común que nos quedamos congelados y no supimos reaccionar», prosigue, refiriéndose a los otros dos hombres que han denunciado que sufrieron abusos del religioso. Precisamente él se ha decidido a hablar después de conocer los testimonios de las otras dos presuntas víctimas.

El testigo explicó también cómo conoció a este sacerdote. «Yo tenía 16 años y él era mi tutor en el instituto de sa Blanca Dona, me daba religión y me invitó a formar parte de la Congregación de los ‘kikos’ de la parroquia de San Pablo», relató el testigo. Fue en este contexto cuando se produjo el episodio del coche, dijo el hombre.

La víctima aseguró que el sacerdote le bajó las notas y que cuando le preguntó el motivo le dijo que era porque no se dejaba tocar y besar. Dijo también que aún hoy, el sacerdote baja la mirada cuando se cruzan por la calle en el barrio.

Los ‘kikos’

El segundo de los denunciantes, que actualmente reside en Mallorca y que, al igual que el anterior, prefiere mantener oculta su identidad, también tuvo relación con el sacerdote a través de los llamados ‘kikos’, es decir, la organización Camino Neocatecumenal, que al parecer en Ibiza dirigía el sacerdote señalado.

El jueves por la tarde, Lleó, el primero de los denunciantes, fue interrogado en el Obispado de Ibiza por un sacerdote investigador enviado a la isla por la Archidiócesis de Valencia, a instancias del Vaticano. Tras el encuentro, que duró unas dos horas, Lleó anunció que pidió al enviado «la expulsión de la Iglesia Católica de este sacerdote». «Me han respondido que hay que investigar», manifestó Lleó.

«He notado que sí quieren investigar, y yo he dado el nombre de otras posibles víctimas, de los que quieren dar la cara y de los que no, y han dicho que les tomarán declaración», dijo también.

Por el momento, el sacerdote, señalado ya por tres personas, acusado por los tres de abusos sexuales, mantiene silencio y no se defiende de las acusaciones.

Los delitos habrían prescrito, según fuentes judiciales, ya que los casos denunciados se produjeron en los años 90.