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Crisis sanitaria

La solidaridad de Ibiza repone las estanterías del banco de alimentos de Cáritas

La ONG de la Iglesia recibe una donación de la Fundación Julián Vilás y del DC-10

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La solidaridad de Ibiza repone las estanterías del banco de alimentos de Cáritas Vicent Marí

La respuesta al llamamiento que hizo recientemente Cáritas de Ibiza para recibir donativos en forma de alimentos básicos de primera necesidad para volver a llenar las estanterías de los cinco puntos de reparto de alimentos que tienen en Ibiza no se ha hecho esperar. El responsable del programa de alimentos de esta ONG, Pedro Ramírez, explicó que el mismo miércoles llegó una donación de entre ocho y 10 toneladas de alimentos de distinto tipo.

Pero además, en estos últimos tres días la respuesta de empresas y particulares ha sido incesante: «La sociedad ibicenca es muy solidaria, en cuanto hicimos el llamamiento empezamos a recibir respuestas, la más notable es la de DC10, que nos han hecho una donación de entre ocho y 10 toneladas de alimentos y nos han traído un poco de todo», lo que les ha permitido llenar sus estanterías. También señaló que la Fundación Julián Vilás les pide listas de productos que necesitan «y hacen la compra y la envían». Pedro Ramírez recalca que estos son solo algunos ejemplos, «porque el conjunto de la sociedad se ha volcado, incluidos los ayuntamientos y el Consell, y ojalá se mantengan esas ayudas».

El responsable del programa de alimentos de Cáritas explicó que desde que empezó la pandemia, hace casi un año, su actividad se ha multiplicado hasta llegar a atender a una media de 50 personas al día, pero también con puntas de 80 personas: «Estimamos que estamos llegando a unas 1.200 personas por mes y así desde hace casi un año», aseguró.

Ahora Cáritas tiene cinco puntos de reparto: Ibiza, Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Jordi y Puig d’en Valls, desde donde distribuye una media semanal de entre 8 y 10 toneladas, atendiendo cada día a los usuarios, cuando hace un año eran tres días a la semana.

Ramírez explicó que todos los productos que lleguen serán bienvenidos, pero insiste en los básicos como «leche, arroz, legumbres, pasta, aceite...» y también en los productos de higiene y limpieza: «Muchas veces se nos olvida que necesitamos asearnos cada día o limpiar la casa y si no tienes para comer no vas a tener para lo otro».

Un voluntario de la ONG repone productos en las estanterías. Vicent Marí

Alimentos infantiles

Uno de los productos que les hace falta son alimentos infantiles, Ramírez señaló que ya hay una asociación que se ha comprometido con alguna ayuda, «pero necesitamos, nos harán falta», recalca.

Señaló que este bajón en las donaciones está relacionado con cierto desgaste por parte de las empresas y particulares, «pero el número de personas sigue siendo el mismo. Llegó un punto en que nuestro almacén estaba a punto de quedarse vacío, pero la respuesta ha sido muy buena», subrayó. Para el responsable del programa de alimentos la estrategia, en estos momentos, pasa por mantener la constancia en las donaciones y no dejarse llevar por una explosión de solidaridad que al cabo de un tiempo se desgasta.

Respecto al perfil del usuario que atienden «es el de personas desempleadas a los que no les llega el dinero para comer, luego hay otro grupo que va variando y gente que se ha ido sumando según se les acaban los recursos».

En cuanto a la evolución del ánimo de los usuarios tras un mes soportando una situación económica límite, Ramírez apuntó que «la gente está con poca esperanza y ante una realidad que es cruda, muy cruda».

Advierte además de que muchas personas están perdiendo sus viviendas por no poder pagar el alquiler: «Hay cada vez más gente que se ha quedado en la calle, que duermen donde pueden, vienen a por alimentos pero no tienen donde cocinarlos, por eso también invertimos en alimentos precocinados, porque recibimos pocas donaciones de este tipo», añadió.

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