La Audiencia Provincial de Balears juzgará la próxima semana a un ciudadano de los Países Bajos que fue detenido en Ibiza en 2018 con diferentes cantidades de MDMA y ketamina para su venta. La Fiscalía pide para este hombre una pena de cuatro años y tres meses de prisión y una multa de 6.612 euros, con diez días de arresto sustitutorio en caso de impago.

Los hechos ocurrieron el 2 de julio de 2018, cuando el encausado se disponía a entrar en una conocida discoteca de Sant Antoni y fue interceptado por agentes de la Guardia Civil y un vigilante de seguridad del establecimiento. El ciudadano holandés llevaba en su poder cinco bolsitas con un total de 2,599 gramos de MDMA con una pureza del 77,7%, seis bolsitas con 3,121 gramos de ketamina con una pureza del 77,2%, además de 94 comprimidos de MDMA con un peso de 96,16 gramos y una pureza del 32,4%. Estas sustancias, según el escrito de la Fiscalía, eran para vender y su valor total en el mercado superaría los 2.200 euros.

Estos hechos son constitutivos de un delito contra la salud pública de sustancias que causan un grave daño a la salud. El ciudadano holandés fue detenido pero solo pasó cuatro días en prisión, entre el 2 y el 5 de septiembre de 2018. El fiscal solicita que se proceda a la destrucción de la droga, salvo unas muestras, hasta que se dicte una sustancia firme.