Sueros en el árbol de Navidad

Todo empezó por un aislamiento de una compañera por posible contagio, explica Belén Marín, coordinadora del servicio de Telefonía del Área de Salud pitiusa sobre la decoración navideña con la que participan en la quinta edición del concurso organizado por la gerencia. Durante el confinamiento, tejió unos calcetines para sus compañeras y los colgó en las taquillas. La sorpresa les hizo tanta ilusión que decidieron convertir la centralita en el taller élfico y la central de llamadas mágicas.

El servicio de gestión telefónica es uno de los diez que participan este año en el concurso (quirófanos, especialidades médicas, urgencias, diálisis, Ca na Majora, paritorio y salud laboral, rehabilitación y secretaría de quirófano), que se falla hoy en Can Misses. Casi todos se han animado en el último momento, en este año tan complicado. «Ha costado, la gente está algo desanimada», comenta Lorena Torres, supervisora de Urgencias y quien junto a Mercedes Pérez se ha encargado de coordinar la decoración, cuya directora creativa fue una auxiliar que decidió hacer «un arbolito» pegando en la pared fotos de los profesionales del servicio. Algo parecido han hecho en Especialidades Médicas, donde un trabajador ha metido a sus compañeros y a sí mismo en botes de cristal de antibióticos, convertidos en bolas del árbol que decora la planta Covid y que han bautizado como 'El árbol de las sonrisas'.

«Somos un equipo consolidado y con mucho artista», indica Iosune Echevarría, supervisora del servicio de Hemodiálisis, donde han empleado sólo elementos reciclados —piñas recogidas en el bosque, trajes de otros años, cajas...— para decorar el espacio en que acogen «un día sí y otro no» a los pacientes. «Les hemos sacado chispas a los tapones de suero en este año tan duro», concluye la supervisora.