Crisis

Los pitiusos se hipotecan un 302% más en busca de liquidez para superar la crisis

En septiembre, cuando se dio por perdida la temporada, se constituyó el mayor número de novaciones desde el estallido del 'boom' inmobiliario en estas islas, mientras las compraventas de viviendas caían a la mitad

Un hombre retira la terraza de un bar del West al inicio del confinamiento en Sant Antoni en septiembre.

Un hombre retira la terraza de un bar del West al inicio del confinamiento en Sant Antoni en septiembre. / J.A Riera

sant antoni

Septiembre de 2020. Debido a la expansión de la pandemia, los principales mercados turísticos de las Pitiusas nos cierran sus puertas. Ante la falta de turistas, quedan pocos hoteles abiertos y la restauración está a punto del colapso. La actividad económica queda reducida a la mínima expresión.

Pero se produce un hecho curioso: suben las hipotecas como la espuma. De hecho, ese mismo mes se multiplican por cuatro las constituidas sobre el total de fincas de Ibiza y Formentera y se quintuplican en el caso de las realizadas sobre viviendas. Al mismo tiempo, y como reflejo de la parálisis económica, las compraventas de viviendas caen a mínimos históricos en ese mes: sólo se tramitan 70, el peor dato de los últimos tres lustros.

Si bajaron las adquisiciones pero aumentaron exponencialmente las hipotecas, ¿qué ocurrió entonces? Pues que no todas las hipotecas tienen como fin la compra de un inmueble. Se constituyen, además, para operaciones como ampliación de créditos o para lograr financiación o liquidez en caso de necesidad, que era el caso en septiembre, cuando muchos empresarios se vieron con la soga al cuello al comprobar que, finalmente, la temporada concluía antes de tiempo.

La mayoría de esas hipotecas son, según confirman desde una notaría de la isla, novaciones, en las que se amplía capital o se modifican condiciones. No son hipotecas puras y duras para adquirir una vivienda. Una novación es un cambio realizado sobre un préstamo hipotecario con posterioridad a la firma y sus fines pueden ser desde cambiar el interés pactado (para poder rebajarlo), ampliar el plazo de amortización (y rebajar así la cuota mensual) o solicitar un aumento del crédito.

En septiembre se constituyeron un total de 427 hipotecas en Ibiza y Formentera, un 302% más que en el mismo mes de un año antes. De ellas, 353 fueron sobre viviendas, un 404% más (o lo que es lo mismo, cinco veces más) que en 2019. El importe total, sin embargo, no creció tanto: sólo fue de 64,6 millones de euros, 6,1 millones más que 12 meses atrás, según los datos del Instituto Balear de Estadística (Ibestat). Si se extrapolaran las cifras de 2019 a 2020, el excedente equivaldría a 19.000 euros por novación, suficiente para salir de apuros, pero no para comprar un piso.

Cuando se ven las orejas al lobo

Según José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB), «es muy significativo lo sucedido en septiembre en comparación con 2019, pues justo ese mes se vieron las orejas al lobo, se supo cuál era la verdadera naturaleza de la situación. Si había alguna esperanza de poder remontar, se desvaneció entonces bastante».

Roselló avisa de que «hay un problema de liquidez generalizado en una parte de la economía, sobre todo en la vinculada a los compromisos de vivienda y a los empresariales, de ahí que haya tanta gente que se ha tenido que hipotecar para conseguir fondos». Está claro, a su juicio, que ese subidón «no se debe al remonte del sector de la construcción». Es más, «tiene tintes» de que afecta a empresarios o particulares «que intentan salvar la piel, dada la situación delicada en muchas empresas» y familias.

En ese sentido, critica que en España «no ha habido hasta el momento un sistema de ayudas directas a empresas, como las que hay en Alemania, Italia o Francia. En nuestro país, la liquidez se ha canalizado por medio del sistema bancario», a través de los créditos, ICO en el caso del Estado e ISBA, en el de la Comunitat Autònoma.

El presidente de la Petita i Mitjana Empresa de las Pitiusas (Pimeef), Alfonso Rojo, señala que esas novaciones han sido «la salida para quienes no han podido acceder, por ejemplo, a un crédito ICO, pues sólo les queda la solución de renegociar su hipoteca». ¿Casos?: «Quien haya hecho una inversión a cinco años y, visto el panorama, vea que es mejor alargarla a 10 años».

Rojo calcula que «en torno a un 15% de las empresas no ha podido acceder a los ICO, a veces porque ya tuvieron problemas financieros en 2019, otras porque no tienen claras sus cuentas o porque suelen presentar pérdidas para no pagar tantos impuestos y ahora no pueden acceder a financiación».

En una crisis tan peliaguda como la que vivimos se llevan constituidas hipotecas por valor de casi 692 millones de euros en los tres primeros trimestres del año.

Hay que remontarse al mismo periodo de 2008, cuando estalló el boom inmobiliario, para hallar una cifra superior (834 millones de euros). Pero no sólo se han constituido sobre pisos: el importe de las realizadas en nueve meses sobre naves y locales asciende a 381,5 millones de euros, la mayor cantidad de los últimos tres lustros. Respecto a 2019 se ha doblado. Es una situación sin precedentes, como lo es la pandemia.

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