Agricultura

Cultivan el primer trigo sarraceno de Ibiza

Dos profesores de Can Marines concluyen con éxito el proyecto que han llevado a cabo con sus alumnos para probar el cultivo de esta poligonácea en la isla

Cristòfol Guerau de Arellano y Jacinto Valderrama muestran las plantas de trigo sarraceno, Fagopyrum esculentum, que han brotado en el invernadero junto a los guisantes.

Cristòfol Guerau de Arellano y Jacinto Valderrama muestran las plantas de trigo sarraceno, Fagopyrum esculentum, que han brotado en el invernadero junto a los guisantes. / JUAN A. RIERA

Santa Eulària

Un proyecto piloto de cultivo de trigo sarraceno en Ibiza ha concluido con éxito en la finca de Can Marines y supone un avance para aprovechar una harina sin gluten o cocerse como el arroz, aunque rico en proteínas. Pero, sobre todo, puede destacar como cultivo alternativo y complementario porque pueden obtenerse dos cosechas anuales en la isla. Los resultados de esta iniciativa tienen más mérito si se tiene en cuenta que se ha llevado a cabo de manera artesanal, «como hace cincuenta años», y que la siembra fue pocas horas antes del anuncio del estado de alarma.

«Plantamos las semillas y al día siguiente nos quedábamos encerrados en casa», recuerda Jacinto Valderrama, ingeniero agrónomo y profesor del grado de Producción Agropecuaria de Can Marines. Su interés surgió tras leer sus características en una guía de cultivos emergentes de la Junta de Andalucía y darse cuenta de que, por las condiciones climatológicas, era apto para Ibiza.

Propuso la idea a Cristòfol Guerau de Arellano, compañero de docencia y también ingeniero agrónomo, y se embarcaron en el ensayo. Encontraron un grupo de agricultores en la Península al que podían encargar el trigo sarraceno, denominado así porque lo trajeron los cruzados hace 800 años. Pese a su nombre, no es una variedad del cereal «ni una gramínea, sino que es una familia distinta, poligonácea».

Sin embargo, la semilla no se encontraba en stock. Primero debían plantarla fuera y esperar más de tres meses para la cosecha. No querían esperar tanto, pese a que se toparon con que no era fácil dar con un proveedor. Insistieron hasta dar con uno en Italia, «pero no eran semillas a granel, sino sobrecitos pequeños bastante caros». Nada más recibir el pedido, plantaron una feixa de cerca de mil metros cuadrados en Can Marines, la mañana del viernes 13 de marzo.

Por fortuna, los operarios de la finca de experimentación agraria del Consell de Ibiza, también en Can Marines, se hicieron cargo del cultivo. «Nos ayudaron muchísimo y garantizaron la supervivencia del proyecto».

Valderrama y Guerau de Arellano siguieron el crecimiento de las plantas por las fotografías que enviaban los operarios de la finca. «Necesita suelos húmedos al comienzo de su evolución y, si marzo es húmedo, no necesita riego, pero no fue el caso este año», detallan.

El hecho de que no salga adelante sin mucha agua es otra de sus virtudes para Ibiza. Su ciclo de tres meses, frente a los siete del trigo, permite una siembra en marzo y otra en octubre. «No superaría el verano», precisan.

Junto a sus alumnos, sembraron otros 75 metros cuadrados a principios de mes para comprobar si el trigo sarraceno se adapta al invierno. Además, se han encontrado con una sorpresa en el invernadero donde secaron las semillas de su primera cosecha, sobre unas telas. Meses después, plantaron allí una variedad local de guisantes, el pèsol mollar y, tras el riego, también brotó trigo sarraceno. «De momento conviven perfectamente», destacan.

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