Naviera Armas Trasmediterránea ha enviado un comunicado de prensa en el que niega que se encuentre en quiebra, tal y como ha publicado esta mañana El Confidencial, que asegura que la empresa no puede hacer frente a una deuda de 800 millones de euros a consecuencia de la crisis económica que arrastra el país por la situación sanitaria.

La compañía mantiene que "no se encuentra en situación de preconcurso ni concurso de acreedores. No existe, y desmiente rotundamente, otros calificativos vertidos a lo largo de esta mañana, que dañan la imagen de la empresa y de sus trabajadores".

"Con el objetivo de preservar su liquidez y optimizar su estructura de capital, Naviera Armas Trasmediterránea ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas, para refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024 que esperamos fructifique en la próximas semanas", prosigue el comunicado. Al mismo tiempo, la compañía garantiza la prestación de todos sus servicios, "tanto en la península como en Baleares, Canarias y el Estrecho".

La empresa negocia un plan de restructuración de la deuda de 800 millones de euros que mantiene con sus acreedores, pero no está "en quiebra", ha afirmado su director de Relaciones Institucionales, Paulino Rivero, ante las informaciones sobre la suspensión de pagos de la compañía.

En declaraciones a Efe, Rivero ha señalado que, al igual que otras empresas vinculadas a sectores estratégicos como el del transporte, trabajan en un plan de restructuración de deuda para hacer frente a sus compromisos y poder superar la situación adversa provocada por la pandemia de coronavirus.

Sin embargo, El Confidencial informa de una realidad financiera distinta a la que presenta la naviera. Según este medio, la compañía, que une Baleares y Canarias con la península, tiene un pasivo que supera los 800 millones de euros y ya ha anunciado a sus acreedores que no podrá hacer frente a sus obligaciones.

El conseller de Movilidad y Vivienda del Govern balear, Marc Pons, ha admitido su preocupación por este hecho y ha afirmado que la situación de la compañía "supone un riesgo" para las conexiones marítimas de Baleares con la península.

El grupo canario Naviera Armas se hizo con la mayoría accionarial de Trasmediterránea muy recientemente, en el año 2018, tras pagar 260 millones de euros a Acciona, de la familia Entrecanales, que había gestionado la compañía desde 2002, cuando fue privatizada. Pero los problemas del grupo empresarial canario se han agravado desde entonces considerablemente, sobre todo con la expansión de la Covid-19.