En lo que sin duda debe ser la culminación de una larga lista de desencuentros entre el presidente del Consell y su departamento de Intervención, Vicent Marí vapuleó ayer, en público y sin paliativos, a «determinados funcionarios» de la institución que, «con un buen sueldo y desde la tranquilidad de su despacho» dudan de que Eivissa «esté en emergencia» y por ello dictaminaron recientemente en contra de una partida de 750.000 euros para contratar, con carácter de urgencia, una campaña de promoción turística de cara al próximo verano.

La reprimenda, de la que no hay antecedentes en la historia del Consell ibicenco, tuvo lugar de forma inesperada en una sesión plenaria sin apenas asuntos de interés. Cuando se iba a abordar el punto relativo a este contrato (en apariencia de trámite), Vicent Marí tomó la palabra para expresar su «sorpresa por el hecho de que Intervención cuestione que estamos en una situación de emergencia». El presidente explicó que se refería en concreto a un informe de este departamento del Consell que puso reparos técnicos al contrato de 750.000 euros para desarrollar la citada campaña de promoción. Intervención sostiene que este contrato no está amparado por los supuestos de emergencia y lo considera nulo, por lo que fue necesario que un posterior decreto de Presidencia levantara estos reparos para seguir adelante con la contratación.

Teniendo frente a sí a la propia interventora (como es habitual en todos los plenos), el presidente afirmó: «Hay dos tipos de servidores públicos. Una gran mayoría se esfuerza por trabajar, pero por desgracia, hay una minoría que no tiene claro ni valora su situación, que cabe calificar de privilegiada, por el hecho de ser un servidor público que en ningún caso ve peligrar sus retribuciones en momentos críticos como estos». Y contrapuso la situación de estos funcionarios con la de otros sectores sociales: «En cambio, hay gente que sufre porque no puede cobrar ERTE y atraviesa muchas dificultades». «Todos estamos para solucionar problemas a los ciudadanos, y eso pasa por implicarse».

Continuó luego refiriéndose a ese grupo de funcionarios que «desde la tranquilidad de su despacho, sin vivir los problemas de los demás como propios, sin necesidad de rendir cuentas ante los ciudadanos y con un buen sueldo, cuestionan decisiones difíciles hechas en momentos críticos».

El presidente les reprochó su falta de «implicación» en la «situación de catástrofe que vive Eivissa». «No entiendo que se cuestione que lo que vivimos hoy es una catástrofe de proporciones inimaginables». «Es necesario que todos pongamos ahora más que nunca todos nuestros conocimientos y esfuerzos para solucionar esta situación. No es el momento de poner problemas, sino de remar en la misma dirección», ha añadido.

PSOE: «Un escándalo»

Los grupos de la oposición, perplejos y «boquiabiertos» (en palabras de Viviana de Sans, de Podemos), criticaron a Vicent Marí por su intervención. El portavoz del PSOE, Vicent Torres, indicó que el informe de Intervención criticado por el presidente «dice que la adjudicación no tiene el mínimo rigor técnico, no consta informe del secretario y procede la nulidad de pleno derecho» del contrato citado, aparte de que «no cumple los requisitos para adaptarse a la situación de emergencia». «Es un escándalo y un abuso», manifestó el portavoz socialista, quien recalcó que dicho contrato (al menos su primera fase, de 250.000 euros) «se ha adjudicado a dedo, sin concurso ni publicidad». Por ello, instó al equipo de gobierno a rectificar esta iniciativa.

La portavoz de Unidas Podemos, Viviana de Sans, no cuestionó la adjudicación de este contrato de emergencia, pero lamentó las críticas a funcionarios de la casa. «Sorprende a todos tanta dureza. No era necesario este escarnio público en el plenario del Consell», declaró la consellera. «Bastaba con levantar el reparo que ha hecho Intervención», dijo.

La consellera no adscrita Marta Díaz también rechazó que se critique a los funcionarios.

En su segunda intervención, el presidente recordó que la ley le faculta para formalizar contratos de emergencia incluso de forma verbal, aunque recordó que otro informe jurídico de la casa avala este contrato. En todo caso, recalcó: «No estoy aquí para estar en un despacho sin tomar decisiones».