El primer teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Torres, de Proposta per Eivissa (PxE), y el segundo, José Ramón Martín, de Ciudadanos, dan un tirón de orejas a su socio de gobierno, el PP, el partido mayoritario, y exigen un golpe de timón en el área de Urbanismo. «No puede seguir de esta manera», advierte Torres, que agrega que el «atasco monumental» que sufre este departamento por la falta de personal es «muy preocupante». «El área de urbanismo no arranca, cuando es una prioridad y el compromiso que los tres partidos que formamos el pacto nos marcamos al principio de este mandato. Hay que dar prioridad a la contratación de personal en Urbanismo», asegura, por su parte, el representante de Ciudadanos en el gobierno municipal.

Torres reconoce que esta situación, si no se arregla, puede comprometer el futuro del gobierno. «Claro que puede afectar. Nos comprometimos a mejorar una serie de cosas, entre ellas el funcionamiento de Urbanismo, y no ha mejorado. Va igual de mal que en la pasada legislatura», subraya.

La herencia del PI

Precisamente, el primer teniente de alcalde admite ser consciente de que su partido gestionó Urbanismo en el mandato anterior (en el tripartito con PSOE y Reinicia) con un resultado deficiente: primero bajo la concejalía de Juanjo Ferrer, que dimitió; y luego la tránsfuga Cristina Ribas, que abandonó su partido por la puerta de atrás y, su negativa a dejar el cargo con el apoyo además del alcalde José Tur Cires, provocó la ruptura del tripartito. Este desencuentro motivó también la negativa de PxE a pactar de nuevo con el PSOE tras los pasadas elecciones y que el PP, con el apoyo de PxE y Cs, recuperara la alcaldía. «Veníamos de una situación mala, sin el trabajo hecho. Pero en 14 meses sigue igual y no mejora».

Al ser preguntado sobre si esta situación puede afectar a la estabilidad del pacto, el concejal de Cs se limita a apuntar que al principio de la legislatura su partido ya dijo que cambiar el rumbo de Urbanismo y el funcionamiento de la Policía Local eran dos cuestiones «fundamentales». José Ramón Martín señala que a finales de año, «en Navidad», debe haber un incremento del personal en Urbanismo, aunque a su vez considera que «no será suficiente».

El Consistorio puede tardar hasta dos años y medio en tramitar una licencia de obra cuando debería hacerlo en seis meses.

Asimismo, el edil de Cs destaca que «la principal fuente de ingresos» del Ayuntamiento la genera Urbanismo y que ante la crisis económica que se avecina por el coronavirus «no se pueden parar inversiones en el municipio».

El alcalde, Marcos Serra, responde a su socio de PxE que en el mandato anterior cuando este gestionó Urbanismo «no fue bien». «Ahora el PP lleva sólo un año gestionando esta área y no es suficiente. Hay que darle la oportunidad [al edil de Urbanismo, Miguel Ángel Costa], como mínimo los cuatro años que tuvo el PI [ahora integrado en PxE] para intentar solucionarlo. El PP lo mejorará mucho antes».

A diferencia de sus socios de gobierno, Serra, que reconoce en todo caso que el departamento de Urbanismo «no ha mejorado» lo que esperaba, subraya que está «contento» con el trabajo del concejal Miguel Ángel Costa, porque se han dado «muchos pasos». Destaca, por ejemplo, que en los ocho meses que lleva en el cargo (sustituyó a Javier Jiménez en febrero tras su dimisión) «ha desatascado» el Plan Especial de Protección de la iglesia de Sant Antoni, cuando «el anterior gobierno no fue capaz», y ha contratado a un despacho de arquitectos para aliviar la carga de trabajo del departamento y a un arquitecto para tramitar modificaciones del plan urbanístico.

El alcalde descarta la ruptura

También asegura que no es de su agrado «la externalización» del servicio de Urbanismo, pero es la manera de reforzar, dice, el departamento mientras se tramita la contratación de funcionarios, que es «un proceso lento». Además, dice que «el embudo» que, según Cs, supone que la jefa del departamento deba avalar todos los trámites, se produce igual con «personal propio o externo». «Ha de dar el visto bueno a todo igual», puntualiza.

Serra descarta que esta brecha interna pueda afectar al pacto de gobierno porque, pese al descontento de sus socios, «se está haciendo un buen trabajo» y al final «todos el mundo estará contento». El alcalde insiste en que el año que viene «ya se verán cambios».

Ahora se prevé la contratación de tres letrados, uno de ellos para Urbanismo, y sacar la plaza de arquitecto en propiedad, con lo que se creará, además, «una bolsa» para ampliar la plantilla en el futuro. En este sentido, Serra asegura que a medida que se vayan produciendo las jubilaciones ya previstas se dará prioridad a la ampliación de la plantilla de Urbanismo. «Este es el departamento que heredamos en peores condiciones y en el que más cambios hay que hacer».