Fugaz. Así fue la primera visita oficial de los Reyes de España, Felipe VI y la reina Letizia, a Ibiza en la tarde de ayer. Un viaje enfocado claramente a mejorar la imagen turística de la isla en una temporada marcada por la crisis sanitaria del Covid-19, en la que visitaron el Museo Monográfico des Puig des Molins y la localidad de Sant Antoni, una de las más afectadas por la caída del turismo. Aunque la visita se produjo solo dos horas después de que la Casa del Rey confirmara que Juan Carlos I se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos desde el 3 de agosto, los periodistas no tuvieron oportunidad de dirigir ninguna pregunta a la comitiva real en todo el recorrido.
Felipe VI y doña Letizia se desplazaron a Ibiza desde el Palacio de Marivent, en Palma, en la última actividad oficial de su estancia en Balears. En el aeropuerto fueron recibidos por el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, que les acompañó hasta el yacimiento feniciopúnico de es Puig des Molins.
En la ciudad de Ibiza, la visita apenas duró veinte minutos y se limitó a un rápido paseo por el Museo Monográfico. Allí pudo saludar a las 250 personas que se habían congregado en la Vía Romana y a las autoridades que le esperaban frente al edificio, incluyendo a la ministra de Turismo, Reyes Maroto, a la presidenta del Govern, Francina Armengol, y a la delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo. En cambio, no acudió a recibir a los reyes el alcalde de la ciudad, Rafa Ruiz, que alegó un viaje privado para justificar su llamativa ausencia. En representación del Ayuntamiento estuvo la primera teniente de alcalde, Elena López.
Visita a Sant Antoni
Visita a Sant Antoni
Tras un rápido recorrido por las principales dependencias del museo y visitar los exteriores del mismo, la pareja real pudo acceder al interior de un hipogeo para contemplar el sistema de enterramiento de este recinto histórico. Acto seguido, se trasladaron a Sant Antoni.
La parte más popular de la visita tuvo lugar en la Villa de Portmany, donde fueron recibidos por el alcalde, Marcos Serra, junto a la conocida escultura del huevo de Colón. Desde allí fueron caminando hacia el paseo, donde les esperaban alrededor de 3.000 personas que saludaron a Felipe VI con gritos de «Viva el Rey». Los Reyes recorrieron un improvisado mercadillo de artesanía tradicional ibicenca, donde se interesaron por los productos y la labor de los artesanos, antes de subir a la iglesia, donde pudieron disfrutar de una exhibición de ball pagès.
Después, la comitiva bajó de nuevo al puerto, donde saludaron a los alcaldes de los municipios ibicencos, Carmen Ferrer, de Santa Eulària; Josep Marí Ribas, de Sant Josep, y Antoni Marí, de Sant Joan, y donde les esperaban algunos llaüts y pudieron conversar con representantes de los pescadores. La visita concluyó sobre las 19.30 horas, tal y como estaba previsto.
