La primera visita de Felipe VI y doña Letizia como reyes de España a la isla de Ibiza incluyó una modesta agenda que comenzó con la visita al Museo Arqueológico de Puig des Molins, considerado el más importante del Mediterráneo en restos fenicio-púnicos. Un fuerte dispositivo de seguridad había sido desplegado desde horas antes tanto en la necrópolis y el propio museo como en las calles y edificios próximos.

A las cinco en punto, tal y como estaba previsto, los seis automóviles que componían la comitiva real llegaron frente a la fachada del museo, en la Vía Romana, donde un nutrido grupo de personas (unas 250 repartidas en dos grupos) tributó un caluroso recibimiento a los monarcas, aunque también se escuchó alguna consigna de protesta.

Nada más descender de su vehículo, Felipe VI y doña Letizia saludaron a las autoridades presentes, empezando por la presidenta del Govern balear, Francina Armengol; la ministra de Turismo, Reyes Maroto, y el presidente del Consell, Vicent Marí, quien ya había acudido al aeropuerto a recibir a sus majestades. Llamó la atención la ausencia del alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz, quien alegó «un viaje programado con anterioridad» para justificar este hecho. A preguntas de este diario, el Ayuntamiento afirmó que se trataba de un «viaje privado», sin dar mayores detalles. Le sustituyó como representante de la Corporación municipal la primera teniente de alcalde, Elena López Bonet.

Los soberanos accedieron acto seguido al interior del museo, donde la conservadora del mismo, María Bofill, les fue explicando, en un recorrido de apenas cinco minutos, las principales salas que acogen los más importantes vestigios de los fundadores de la isla, en el siglo VII a. C. Los Reyes observaron restos de cerámica, ajuares funerarios, utensilios domésticos y todo tipo de enseres hallados en la necrópolis y que constituyen una valiosa muestra de la cultura fenicia y cartaginesa, de la que Ibiza fue uno de sus principales enclaves hace más de 2.000 años. Los Reyes y su séquito siguieron con interés las explicaciones de la conservadora y luego salieron al exterior para observar algunos de los restos que se conservan en la necrópolis, donde hay alrededor de 3.000 tumbas.

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Los Reyes de España visitan Ibiza

Tras posar brevemente para los numerosos medios de comunicación acreditados para cubrir esta visita, don Felipe y doña Letizia penetraron en uno de los hipogeos que existen en las inmediaciones del museo, donde pudieron observar cómo era este tipo de sepulturas.

Veinte minutos

Veinte minutos

La fugaz visita de la pareja real a la ciudad de Ibiza no incluyó visita institucional alguna ni tampoco ninguna alocución de los soberanos ante las autoridades o la población, por lo que en apenas veinte minutos se completó la agenda diseñada por la Casa Real.

Tras despedirse de los ciudadanos que seguían abarrotando la acera situada frente al museo, los soberanos se dirigieron a Sant Antoni, donde concluyeron su visita a la isla de Ibiza.

Esta es la primera vez desde 1994 que los Reyes de España visitan de forma oficial la isla de Ibiza, si bien don Felipe y doña Letizia ya lo habían hecho en 2005 en calidad de príncipes herederos. En el 94, Juan Carlos I y Sofía desarrollaron una apretada jornada de actos en las islas Pitiusas, con visitas al Consell y al Ayuntamiento de Ibiza, discursos públicos y una multitudinaria recepción popular en el paseo de Vara de Rey que congregó a una importante muchedumbre.

Aparte de esta, las anteriores visitas reales a Ibiza se produjeron en el año 1904 y en 1929, ambas por parte de Alfonso XIII, bisabuelo del actual jefe de Estado. En la primera de estas estancias, el monarca inauguró la estatua al general Vara de Rey y su correspondiente paseo, mientras que en la segunda visita presidió unas maniobras militares que se desarrollaron en aguas pitiusas.