La familia de un niño con discapacidad denunció ayer la falta de control en la pérgola para personas con movilidad reducida, mayores y familias de Playa d'en Bossa. «Hay una aglomeración de gente, mucha de ella sin mascarillas. Mi hijo es persona de riesgo y al final él, que es para quien está pensada esta pérgola, se tiene que quedar en una esquina y medio al sol porque nadie controla el espacio», criticó la madre.

«Yo no soy nadie para decirle a la gente que hace un mal uso de este espacio y que se vaya», añadió la madre, que denunció también el «abandono» de la silla anfibia. «Algunos vendedores ambulantes la usan para dejar en ella sus mercancías y apoyarse para descansar», apuntó.

La familia critica que la torre de vigilancia se encuentra lejos y que no se puede llamar a los socorristas para que tomen medidas cuando se producen estas situaciones. «Nadie vigila la silla. No entiendo qué hace ahí, sin control», añadió la madre, que explica que, al ver a una de las socorristas pasando cerca, le explicó la situación: «Nos ha dicho que no era su función, pero ha llamado ella directamente a la Policía Local de Sant Josep que, según el relato de la familia, se ha personado en la zona al cabo de un rato para desalojar del espacio a quienes no estaban haciendo un uso correcto de él. Además, los socorristas se han comprometido a vigilar la silla anfibia „«la han retirado de ahí»„ y la policía ha puesto al menos una multa a un vehículo que estaba aparcado usando una plaza destinada a personas con movilidad reducida, explica la familia, que no es la primera vez que denuncia el «abandono» y la «falta de control» de este servicio por parte del Ayuntamiento de Sant Josep.