Tres informes elaborados por científicos alertan del serio peligro que corre la vegetación de es Vedrà, especialmente la endémica, si no se acaba con la presencia de cabras en el islote. El último fue concluido hace escasas semanas por los botánicos Joan Rita, Miquel Capó y Joana Cursach, y corresponde al seguimiento realizado en 2019 para conocer «el estado de conservación de la flora» en las reservas naturales de es Vedrà, es Vedranell y los islotes de Ponent, que analizan desde hace años en siete parcelas concretas.

«Es Vedrà -se advierte en ese estudio- padece aún los efectos del herbivorismo, que no permite la recuperación de la cubierta vegetal ni la expansión de muchos endemismos, como tampoco de otras especies menos notables pero igualmente propias de las comunidades vegetales del islote».

Los científicos -que en el caso de Rita es un experto que conoce el islote desde hace tres décadas- consideran que «la total erradicación de la población de cabras en es Vedrà es clave para la conservación de la flora».

En concreto, el informe describe cómo vieron numerosas plantas «claramente comidas por las cabras» y que especies palatables (gustosas para el paladar del animal), como Sonchus tenerrimus y Daucus carota, «no se han recuperado, lo que demuestra que la presión del herbivorismo se ha mantenido».

Desertización

Científicos de Tragsatec (del Grupo Tragsa) realizaron otro informe, datado en 2018, tras su «visita técnica» a es Vedrà. Sus conclusiones son demoledoras: «La vegetación continúa degradándose debido a la presencia de cabras asilvestradas. Su elevado número en el islote continúa provocando la apertura de nuevos caminos y el movimiento de tierra que se pierde fácilmente hacia el mar con la escorrentía del agua de lluvia». Hace especial hincapié en que las cabras están «contribuyendo a la desertización del islote».

«Alarmó» a esos botánicos, que visitaron en 2018 el islote, la «acusada depredación de la vegetación, especialmente en las zonas altas», lo que estaba provocando «la desaparición de diversas especies vegetales». Hasta «ejemplares centenarios de sabina» seguían siendo «depredados por las cabras, quedando sólo la parte de la copa más inaccesible». Los árboles quedan así «debilitados y expuestos a ataques de parásitos y plagas». Algunos árboles de gran porte «ya están muertos».

Especie extinta

Incluso detectaron que una especie, Saxifraga corsica subsp. cossoniana, catalogada como vulnerable y observada por el autor del informe en 1995, «muy posiblemente esté extinta debido a la presión de las cabras». «La presencia -concluye el informe- de cabras en el islote supone una grave amenaza a la recuperación de la flora endémica», subraya.

Hay un tercer informe, elaborado por personal de la conselleria balear de Medio Ambiente en 2018 en el que se pide que se «retomen de manera urgente las labores de erradicación de cabras», así como que se proceda a «eliminar las infraestructuras ganaderas que sirven de apoyo a esta actividad irregular», como abrevaderos.