La defensa del joven que, el pasado 21 de enero, se entregó a la Policía Local de Santa Eulària tras, presuntamente, acuchillar al nuevo novio de su expareja, que también resultó herida leve en una mano, ha solicitado la libertad provisional en el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer de Ibiza. Tres días después de la agresión, el juzgado ordenó el ingreso del joven en el centro penitenciario de Ibiza. Su abogado, Fernando Pamos de la Hoz, solicita ahora la libertad provisional argumentando que el acusado cuenta con «absoluto arraigo en su domicilio de Ibiza desde su nacimiento, contrato de trabajo, vida laboral y una hija de la que es soporte y sustento». Añade la defensa que carece de antecedentes, que es una persona muy joven, que es su primer ingreso en prisión y que «compareció voluntariamente» ante la Policía Local de Santa Eulària «cuando tomó conciencia de lo que podría haber sucedido».

Según informó en su momento el Ayuntamiento de Santa Eulària y la Guardia Civil, al presunto responsable de la agresión, español de 25 años, se le acusa de apuñalar en el vientre y un brazo a la nueva pareja de su exnovia, un joven de nacionalidad dominicana. La mujer, cuya herida en la mano se produjo al interponerse entre ambos, es colombiana.

El dominicano, en estado grave, fue trasladado por una ambulancia del servicio del 061 al hospital de Can Misses. La agresión se produjo en la confluencia de las calles Sol y Camí de Missa, aunque el herido llegó por su propio pie hasta la calle Sant Josep. Por el momento, los agentes de la policía judicial de la Guardia Civil de Eivissa, que dirigen la investigación, le atribuyen la presunta comisión de un delito de lesiones y otro de violencia de género.

Argumentos

Para solicitar la libertad provisional, la defensa también argumenta que el joven «nunca quiso causar el daño que infringió» y que fue el «perjudicado [quien] instó a un amigo a que le trajera un cuchillo», según la declaración de la mujer. «En absoluto hubo ánimo de acabar con su vida ni [fue] un ataque inopinado o sorpresivo», subraya. Además, añade el abogado, «el herido ya ha sido dado de alta y, afortunadamente, no le van a quedar secuelas». En nombre de su defendido, el abogado también muestra en el escrito presentado en el juzgado «su más sincero pesar» y «se alegra de la recuperación del perjudicado».

El letrado pide al juzgado, además, «informe o dictamen psiquiátrico-psicológico del investigado», pues considera que padece «una afección psíquica grave y una alteración conductual generalizada derivada de una personalidad extremadamente celosa». El abogado considera que «debe estudiarse si existieron circunstancias (...) en forma de emoción súbita, repentina, inesperada y arrebatada (...)» fruto de la presunta «patología celotípica del investigado».