¿Tenemos que acostumbrarnos a convivir con la sarna?

Llevamos conviviendo con la sarna mucho tiempo. Es una enfermedad cutánea contagiosa, causada por un ácaro, que convive con nosotros y tiene su hábitat aquí. Esto es de ahora, de antes y de un futuro. No hay ninguna vacuna que se esté desarrollando para eliminar este ácaro que, además tiene un tratamiento. Es endémico de la cuenca mediterránea.

La sarna se asocia con una falta de higiene.

No, esto son creeencias de antaño, que se mantienen. La sarna es un ácaro que necesita un huésped y pasa de uno al otro. Hay un tratamiento para que no cause daño a las personas, que es a donde vamos. La dificultad de la sarna es que para poner los huevos excava bajo la piel y de ahí nacen las larvas que vuelven a subir a la superficie y aquí es cuando buscan otros hábitats. Cuando se contagia.

No es grave, pero sí muy contagiosa.

Mucho, pero hay medidas de contención de este contagio, que es lo importante.

¿Cuáles?

Pues todas las que tengan que ver con el contacto directo con la piel. Desde el contacto entre dos personas, abrazos, besos, estrecharse las manos... La sarna no salta ni nada. Necesita el contacto piel con piel o piel con un material que haya estado en contacto con la piel de otra persona: ropa, cojines, sábanas, toallas... Objetos personales que tocas constantemente. Si una tercera persona toca ese objeto que ha estado en contacto con un afectado, se contagia.

¿Por eso en algunos entornos como escuelas, residencias o campamentos se extiende tanto?

Sí, porque la higiene de superficies se hace una vez al día. Son espacios por los que pasa mucha gente y son muy amplios.

Y en las familias, cuando hay un miembro con sarna, acaban todos contagiados.

Sí o no. Eso depende de las medidas de contención. Es importante que las personas las aprendan.

Cuando sabemos que una persona tiene sarna, ¿qué cambios hay que hacer?

Primero a su médico para que le ponga el tratamiento y el médico ya sabe que el tratamiento ya es en el contacto directo. Indica un tratamiento para la persona afectada y los demás. Y luego la higiene de superficie. Lo ideal es ponerse un tratamiento, generalmente por la tarde noche, porque debe estar horas la crema en el cuerpo. Inmediatamente se deben limpiar los objetos mobiliario y ropa que hayan estado en contacto con esa persona antes de haberse puesto el tratamiento.

Hay gente que dice que es tan engorroso que han optado por tirar muchas cosas.

No hace falta. Lo importante es hacerse un plan de limpieza, estés en el ámbito que estés: familiar, educativo, residencial... Con este plan, primero, el día antes de ponerte la crema, te centras en lo que no usas cada día, la ropa que no es de temporada. No hay que lavarla, tienes que meterla en bolsas de plástico selladas, no debe pasar el oxígeno. Es tan importante el plan de limpieza como el tratamiento. Si hacen falta dos bolsas con varios nudos, se hace. Ropa que no es de temporada, fundas de cojín, de sofá, telas, colchas... Siete días es el máximo que podrá aguantar el ácaro sin oxígeno.

Esto, listo. Segunda parte.

Lo que no cabe en bolsas y se puede aspirar, se aspira. Sofás, colchones, sillas tapizadas... Con lo que haya estado en contacto la persona. Si tenemos una habitación en la que no ha estado, nada, se cierra y punto. Aspirar los espacios y el mobiliario. Las aspiradora se lleva los ácaros.

¿Y las cortinas?

Las cortinas mejor lavarlas, como la ropa. Si son de las que no toca nadie, no hace falta, pero si están en una zona de paso o si son de las que abrimos y cerramos con la mano, sí.

Bolsas y aspiradora listo. ¿Qué más?

La ropa que usamos la ponemos a lavar a 60 grados. Si es delicada, volvemos a la bolsa de plástico cerrada herméticamente durante siete días. Si tenemos secadora, ya es ideal porque acaba de asegurar que se mueren los ácaros.

Cuando la persona se pone la crema deja de contagiar la enfermedad, ¿no?

Exacto. En el momento en que se ponen el tratamiento, que es por la noche, el día siguiente es cuando hay que aprovechar para hacer esta limpieza. Pero con guantes y con una ropa con la que tú no hayas tenido contacto antes para que no vuelvas a contagiarte. Lo suyo es que quien haga esto sea una persona no afectada. Con guantes y con una ropa que metas directamente en la lavadora a más de 60 grados cuando acabes. Muchas veces se hace esta limpieza, pero no se piensa en la ropa que se lleva puesta en ese momento.

¿Y en el entorno educativo?

Hay un documento colgado en la página web de Educación ( weib.caib.es) que indica qué hacer, 'Documento de no asistencia a los centros educativos', que detalla muchas enfermedades sobre las que los docentes tienen dudas: «¿Si tiene esto puede venir o no?». Allí se especifica que, cuando un niño tiene sarna, al día siguiente de haberse puesto el tratamiento ya puede ir al colegio. Sólo que las superficies del cuerpo afectadas deben estar protegidas. Tapadas con apósitos o guantes las manos. Es por la persona afectada, que se puede sobreinfectar.

En un centro educativo los niños tienen mucho contacto, incluso entre grupos diferentes, en el patio o el comedor.

Lo importante es que cuando haya un caso se haga un buen estudio de contactos. Epidemiología. En Ibiza está Alicia, que los hace. Es importante que la familia comunique inmediatamente a la escuela o al médico con qué niños ha estado en contacto. En un comedor, las superficies que hay son muy fáciles de limpiar. En una mesa que no es porosa o una silla que no tiene tela los ácaros están, pero se van enseguida porque no es su hábitat. Con una limpieza habitual se van. Es importante el estudio de contactos para que el escolar o el niño sepa decir los amigos más cercanos con los que se ha juntado. Igual que los profesores. La escuela debe hacer lo mismo, un plan de limpieza una vez identificados los casos. Cuando los niños no están en clase debe hacer un plan de limpieza de todos los sitios y superficies con los que este niño ha tenido contacto.

¿Se encarga la propia escuela?

Sí, las escuelas con los servicios de limpieza. Generalmente las empresas saben perfectamente cómo hacer esta limpieza. Es muy importante, de hecho, incluirlos en las reuniones que se hagan cuando se elabora un plan para eliminar la sarna.

¿Hay familias que no lo comunican en la escuela por esta carga que tiene la sarna?

Éste es el problema. Aquí está la dificultad de la sarna y otras enfermedades. Es importante quitar el estigma de que la sarna se debe a la falta de limpieza, no es cierto. Es imrescindible acabar con este mito que, a veces, hace daño y hace que las personas no puedan comunicar libremente el problema que tienen. Es importante acabar con este etiquetado de las personas.

Lo que pasaba no hace mucho con los piojos, ¿no?

Sí, la sarna no está en la suciedad está en su hábitat y busca un huésped. Y éste es el que tiene más cerca, con el que tiene contacto. No tiene manías, no. El primero que toca, con ése se va. No entiende ni de razas ni de colores ni de condiciones sociales ni de afición al jabón. Busca un contacto porque su misión es expandirse.

O sea, que normalidad ante la sarna.

Sí, está aquí y se va a quedar aquí, así que hay que tener en cuenta las claves: inicio del tratamiento lo más rápido posible y plan de limpieza. Se tiene que pensar mucho en este plan de limpieza, porque si no, vas limpiando a lo loco. Hay que comunicar a las familias y si es en el ámbito escolar a los implicados en la higiene, todos los que limpian y los que están en contacto con los chicos. Los lugares a los que han ido y en los que hay que limpiar: gimnasio, lugares en los que hay colchonetas, rincones con cojines, espacios de psicomotricidad... Pensar dónde han estado esta semana y limpiar por orden de más frecuentado a menos frecuentado.