La multitudinaria clase política del Ayuntamiento de Sant Josep anda confusa hasta el punto de que se dan situaciones tan inverosímiles como que el portavoz del PP, Javier Marí, asegure que los presupuestos del equipo de gobierno, de PSOE y Unidas Podemos, son «maravillosos», pero que el problema estriba en que no se ejecutan. O que el otrora miembro del histórico primer gobierno progresista del municipio, el de 2007, y concejal de Ara Eivissa, Josep Antoni Prats, sea casi el más crítico con las cuentas municipales, a las que calificó de «no ser progresistas ni sociales ni participativas ni ilusionantes ni ambiciosas»€ de todo menos «bonitas», que también lo dijo el portavoz del PP, o maravillosas. De hecho, Prats justificó que votaría en contra porque en su vida podía apoyar unos presupuestos que el PP defina como «maravillosos», soltó para acabar de rematar la puñalada con el acero que el propio Javier Marí le ofreció en bandeja.

La verborrea que Vox acostumbra a exhibir ante cualquier foco mediático, se extingue en Sant Josep. A la concejal del partido de ultraderecha, Pino Vidal, le bastaron 45 segundos para exponer su posición sobre el presupuesto del año que viene, la decisión política más trascendental del año. Y aprovechó su casi minuto de oro para reclamar la contratación de más técnicos de Urbanismo (donde trabajaba anteriormente) para evitar la parálisis de este departamento.

El PP necesitó siete minutos para exponer las excelencias del presupuesto que lamentablemente no se ejecutará; el portavoz de Ciudadanos, Dani Becerra, usó 10 minutos; el de Proposta per Eivissa, Vicent Torres, poco más de 15 mientras que Prats se explayó durante 16 minutos contra sus antiguos socios de gobierno.

El concejal independentista echó en cara a sus 'amigos' la decisión de amortizar una plaza de enterrador para contratar, como cargo de confianza, a una segunda persona para prensa. «Será muy difícil que puedan explicar a los ciudadanos que determinados días no se pueden morir porque el único operario de cementerios que queda deberá, en algún momento, tener vacaciones», dijo.

Vicent Torres destacó que las únicas novedades del listado de inversiones son un parque infantil y la construcción de nichos en el cementerio de Sant Agustí, obra que, auguró con ironía, «durará bastante si, como dice Prats, no se puede enterrar todos los días». «Ay, Dios mío», se oyó rezar al primer teniente de alcalde, Ángel Luis Guerrero, al oír tanta blasfemia. El mundo está al revés en Sant Josep.