La sentencia del procés llegó ayer a Balears. En una jornada que concluyó con concentraciones en apoyo a los líderes independentistas condenados a prisión en Cort y en las principales plazas de la isla y con retrasos de más de una hora en vuelos procedentes de Barcelona en el aeropuerto de Son Sant Joan, el Pacto volvió a agrietarse. El fallo del Supremo dividió de nuevo al Govern: manifestó a través de sus canales oficiales su respeto a la justicia; Més se desmarcó y reprendió a sus socios por no haberse pactado ese posicionamiento.

«Desde el Govern respetamos las resoluciones judiciales porque en un estado de derecho la separación de poderes es imprescindible, pero dicho esto no se puede dejar al margen lo que debería ser un diálogo político entre los gobiernos de Cataluña y el de España». Con estas palabras se pronunció el Govern a través de su portavoz, la socialista Pilar Costa, y posteriormente en sus canales oficiales en las redes sociales sobre la sentencia del Tribunal Supremo.

Ese posicionamiento, que fue expresado prácticamente en los mismos términos por la presidenta del Govern, Francina Armengol, apelando a buscar una «solución política» al conflicto catalán, no fue compartido sin embargo por los socios de PSOE y Podemos en el Govern, Més per Mallorca.

«A ver, compañeros de comunicación del Govern, entiendo que estas son unas opiniones particulares y no la postura oficial del Govern respecto a esta cuestión, que no es precisamente una cuestión menor», se desmarcó el coordinador de los ecosoberanistas, Guillem Balboa citando un tuit con las declaraciones a la portavoz.

«Lo digo porque entiendo que una postura oficial sobre la cuestión más delicada que afronta el Estado español desde el 78 estaría previamente trabajada, pactada y consensuada entre los socios del Govern», se mostró sorprendido. En la misma línea, aunque con más dureza se expresó el líder de ERC en las islas y ahora también miembro de Més, Mateu Matas Xurí, quien llegó a calificar de «impresentables» a la presidenta Armengol, y a la portavoz Costa.

Por la mañana, los cuatro diputados de Més comparecieron en bloque en el Parlament con el lazo amarillo en apoyo a los presos que tuvieron que retirar de la fachada. Su portavoz, Miquel Ensenyat, tildó de «venganza» las condenas y animó a sus militantes a participar en las movilizaciones y concentraciones contra la sentencia que ya tuvieron lugar ayer tarde.

Sólo Podemos secundó a los ecosoberanistas, hablando de «sentencia desmedida». El resto de partidos, expresaron su respeto a la justicia y aceptaron la sentencia, entre ellos el PSOE. La portavoz de los socialistas de Balears, Silvia Cano, y el líder de El Pi, Jaume Font, coincidieron en manifestar su «máximo respeto a la justicia» y abogar por «volver al diálogo». «Balears no es Cataluña, pero lo que afecta tanto a Madrid como a Cataluña, afecta a Balears», lamentó Jaume Font.

Company: «Quien la hace, la paga»

Company: «Quien la hace, la paga»

«Como no estoy preparado para hablar del fondo, sólo diré que hay que respetarla», se expresó el líder del PP, Biel Company, subrayando la unanimidad de los jueces. «El Estado ha demostrado que funciona: quien la hace, la paga; no se puede estar fuera de la Constitución», valoró. «Ahora podemos decir que no hay presos políticos», celebró desde Ciudadanos Patricia Guasp, que pidió que «Sánchez diga si indultará» a los condenados. El líder de Vox, Jorge Campos, se remitió a las valoraciones de su secretario general nacional, Javier Ortega Smith.

Las protestas por la sentencia en el aeropuerto de El Prat también se notaron en el aeropuerto de Palma con el retraso y la cancelación de una treintena de vuelos.