Un equipo de investigación dirigido por el doctor en Biología y profesor de la UIB Samuel Pinya está llevando a cabo esta semana en Ibiza trabajos de campo de un proyecto para conocer el impacto que está generando la aparición del cangrejo azul ( Callinectes sapidus) en Balears. «Se trata de recopilar toda la información que tenemos en las islas para saber si crecen las poblaciones de callinectes o si están colonizando nuevos territorios», resume Pinya, «y, a partir de aquí, servir como herramienta a la Administración para tomar decisiones».

Esta investigación, Calibal, se está desarrollando a través de la Beca del Mar de Iberostar y, en el caso de Ibiza, se trabaja junto al Departamento de Pesca del Consell, el Consorci de Recuperació de Fauna de les Illes Balears (Cofib) y el Parque Natural de Ses Salines. Precisamente, fue en Ses Salines donde se detectó, por primera vez el cangrejo azul en Ibiza, después de que el Centro de Recuperación de Especies Marinas recibiera un aviso de su presencia.

De momento, se cree que las poblaciones de este crustáceo se limitan al Parque Natural y a la desembocadura del río de Santa Eulària, donde el equipo de investigadores concluye esta semana el trabajo. «Pero en Mallorca y en Menorca, desde 2017, se ha extendido prácticamente por todos los torrentes que desembocan en el mar, donde encuentran agua dulce y salada mezclada», advierte Pinya.

El Callinectes sapidus, originario de la Norteamérica atlántica, no tuvo poblaciones al otro lado del océano hasta que llegó a la costa francesa a principios del siglo pasado. Su invasión del Mediterráneo se debe a la intervención humana, ya que se quiso explotar comercialmente en Israel. De allí se extendió a Grecia y Turquía.

«Había como una barrera en Sicilia que no superaba, pero de repente surgió su expansión», explica el técnico de Pesca del Consell, Toni Boix, que acompaña al equipo de Calibal. «En 2012 se encontró en el Delta del Ebro y ya ha colonizado todo el Levante», añade Boix. El cangrejo azul todavía no está catalogado como especie invasora y su llegada es tan reciente que necesita investigaciones como la que dirige Pinya para conocer cuál es la dimensión de sus poblaciones.

Así, este equipo va recorriendo de manera periódica todas las islas y cada dos meses acude a Ibiza para seguir con su muestreo. Este año se han extraído 40 cangrejos azules de la desembocadura del río de Santa Eulària, cuando en 2018 tan solo se observaron dos ejemplares.

Sin embargo, Pinya advierte de que «todavía es muy pronto para conocer datos reales de cómo va variando la población. «El proyecto está todavía en sus inicios, lo que hacemos ahora es marcar pautas de seguimiento», precisa. A través del muestreo en los lugares donde se encuentran las poblaciones de cangrejo azul y los análisis de laboratorio, el proyecto 'Calibal' quiere cartografiar sus colonias, «ver qué relación tienen con las otras especias y de cuáles se alimentan» o saber «cuál ha sido su vía de entrada, que puede ser el Delta del Ebro en el caso de Mallorca o Valencia en el de Ibiza, por lo que se compararán desde el punto de vista genético». «Uno de los objetivos es que con toda la información que recojamos se cree un manual de gestión de esta especie», anuncia Pinya. Pero hay una cuestión que ya parece clara, y es que esta especie no se va a poder erradicar.

Para llevar a cabo sus trabajos de campo en Ibiza durante esta semana, el equipo de Calibal también ha contado con la colaboración de los ayuntamientos de Santa Eulària y de Sant Josep, apuntan los investigadores.