La Autoridad Portuaria de Balears (APB) aprobó en su reunión de ayer adjudicar a la empresa mallorquina Ocibar la gestión del puerto Marina Botafoch por un periodo de dos años, prorrogable por uno más. Esta es la compañía que actualmente explota el puerto Ibiza Magna, en los andenes del puerto, y Port Adriano, en la localidad mallorquina de Calvià.

Al concurso convocado por la APB se presentaron siete ofertas, ninguna de ellas de Ibiza, y el presupuesto ofrecido por Ocibar asciende a un total de 3,59 millones de euros anuales. La tasa anual de ocupación que se marcó de partida para los licitadores era de 2,3 millones de euros.

La Autoridad Portuaria informó de que esta empresa «ha sido considerada como la solución más ventajosa para el otorgamiento de una autorización administrativa para la explotación de una superficie de 45.089 metros cuadrados en tierra y 52.826 metros cuadrados de espejo de agua», donde hay 432 amarres en cinco pantalanes.

Esta adjudicación tiene en realidad un carácter temporal, ya que durante este periodo de dos años (o tres, si se prorroga) se prepararán las bases para la adjudicación definitiva, de una duración mayor. Debido, precisamente, a la brevedad del periodo concesional, no está prevista la realización de obras o inversiones más allá de las necesarias para el mantenimiento y mejora de las instalaciones ya existentes.

La noticia de la adjudicación de la concesión a Ocibar estaba siendo debatida ayer por la asociación que agrupa a la mayor parte de los titulares de amarres, locales y negocios del puerto deportivo, afirma uno de sus representantes, Pepe Roselló. A lo largo de los últimos años, este colectivo ha expresado su temor por el futuro del derecho de uso de estas instalaciones y explotaciones comerciales. Los afectados quieren conservar los derechos que actualmente tienen y que el cambio de concesionario al frente del puerto deportivo no les provoque perjuicios.

Representantes de otros usuarios, por su parte, expresaron su confianza en que Ocibar atienda sus reivindicaciones. «Al menos, esta es gente con la que se puede hablar», afirmó la representante de este otro grupo, Cristina Marí.