El director general de Energía y Cambio Climático del Govern, Ferran Rosa, firmó el miércoles la resolución que da de «baja definitiva» tres de las cinco turbinas que funcionan con fueloil de la central eléctrica de Ibiza. La compañía Endesa deberá presentar ahora un plan para su desmantelamiento, según Rosa. Quedan dos grupos de fueloil activos, pero que en la actualidad no se utilizan, salvo en caso de necesidad si falla alguno de los cuatro grupos de gas.

El cierre de estos tres grupos de fueloil se ha logrado después de que la Comisión de Medio Ambiente de las Illes Balears autorizara la semana pasada que las turbinas de gas (MAN 1,2, 3 y 4) mantengan el actual valor límite de emisiones. Esta era una de las condiciones, junto a la de la puesta en funcionamiento del enlace eléctrico entre Mallorca y las Pitiusas, para que Red Eléctrica diera el visto bueno al desmantelamiento de las tres turbinas de fuel.

Desde 2016 el valor máximo permitido, en una interpretación de la normativa que, según Rosa, «no es clara», se estimaba en función de las emisiones individuales de cada una de las chimeneas de la central, pero se había previsto que a partir de enero del año que viene el tope se estableciera en función de la suma de todas ellas.

Interpretación de la normativa

Interpretación de la normativa

Así, Medio Ambiente autoriza a que transitoriamente, «mientras sea necesario para garantizar el suministro eléctrico del sistema y no haya otras alternativas posibles», se mantenga el actual valor límite de emisiones (individuales) a partir de enero del próximo año. «Mientras no se aclare la interpretación de la normativa, entendemos que prevalece el beneficio ambiental», añade Rosa, en el sentido de que es preferible el uso del gas, mucho menos contaminante que la combustión de fuel.

Rosa explica que la nueva ley de cambio climático obliga a iniciar la reconversión de los dos grupos de fuel operativos o a su cierre. De todos modos, actualmente no es posible, según el director general de Energía y Cambio Climático porque, aunque no se utilicen, son necesarios para «garantizar el sistema eléctrico de Ibiza y Formentera». Se refiere a que, en el caso de que falle uno de los grupos de gas, se puede activar uno de fuel para mantener la potencia del sistema.

Para reducir las emisiones a la atmósfera de las cuatro turbinas de gas (MAN 1, 2, 3 y 4), Endesa debería acometer una inversión de siete millones de euros, pero el Estado no autoriza a que se repercuta en la tarifa. Por ello, el acuerdo de la Comisión de Medio Ambiente apunta que las emisiones autorizadas transitoriamente «serán aplicables mientras no se puedan efectuar inversiones ambientales reconocidas por el Ministerio para la Transición Ecológica, que permitan que los grupos MAN operen bajo los nuevos parámetros».

Otra posibilidad, apunta el órgano ambiental de la Comunitat Autònoma, es que «se ponga en funcionamiento un nuevo enlace submarino que aporte la potencia necesaria para que estos grupos dejen de funcionar, u otras alternativas posibles», en alusión al uso de fuentes de energía renovable, como la solar.

Asimismo, la Comisión de Medio Ambiente acuerda instar al Ministerio a que «otorgue el régimen retributivo para la adaptación de los grupos MAN para que puedan reducir sus emisiones».Críticas al Gobierno de Rajoy

Críticas al Gobierno de Rajoy

Ferran Rosa asegura que el anterior Gobierno de Mariano Rajoy, que conocía, dice, la directiva de emisiones de 2010, «se desentendió» de esta situación. «Y esta cuestión se ha ido prorrogando año a año sin que se le ponga remedio», critica.

Dicho esto, el director general de Energía y Cambio Climático del Govern asegura que, con el Gobierno socialista, «el contexto actual es más favorable», ya que el Estado tiene «una conciencia para reducir las emisiones». «El nuevo Ministerio puede jugar a favor. Nos tocará presionar. La repercusión en la tarifa de una inversión de siete millones, en un sistema eléctrico que cuesta 34.000 millones de euros al año, es mínima», justifica.

De hecho, el Ministerio sí lo ha permitido en el caso de Menorca. «Como ahí el cable no está operativo, si no se aceptaba la isla se podía quedar a oscuras», indica.

Se da la paradoja de que la normativa que marca los límites de las emisiones de los grupos que funcionan con fuel es «más laxa» que en el caso del gas, que es mucho menos contaminante. De hecho, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Antoni Alorda, asegura que para cerrar las turbinas de fuel «se tienen que prorrogar emisiones peores» de las turbinas de gas, pero destaca que es «mucho mejor» que el uso del fuel.