La Policía Nacional ha concluido, tras arrestar a cinco personas e investigar a otra más por los incendios en los juzgados de Ibiza y en el edificio okupado en es Viver, que los acusados pegaron fuego a las dependencias judiciales el pasado 21 de enero para destruir los expedientes judiciales y las pruebas de las causas en las que los autores se encontraban implicados.

Además, la jueza del Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza, la magistrada Carmen Martín, en sustitución de la jueza titular, ordenó ayer por la tarde el ingreso en prisión provisional y sin fianza de dos detenidos por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de la comisaría de la isla «por su presunta implicación en el incendio de los juzgados de Ibiza y su posible relación con el incendio del edificio okupado de es Viver», en el que murió Rossanna Venturini, italiana de 59 años de edad. Los detenidos son dos hombres que fueron conducidos con importantes medidas de seguridad a la torre 7 del edificio Cetis. Por el momento se les atribuye la presunta comisión de los delitos de incendio, lesiones graves y homicidio imprudente.

Ambos fueron arrestados el martes por la mañana en una espectacular operación, con helicóptero incluido, dirigida por los agentes de la UDEV, el comisario de Ibiza, Manuel Hernández, y el jefe regional operativo de la Policía Nacional en Balears, José Luis Santafé, llegado desde Mallorca. Sobre esta operación se ha decretado el secreto del sumario y apenas ha trascendido información, pero la Policía Nacional tiene previsto ofrecer hoy por la mañana una conferencia de prensa en comisaría para aclarar los motivos de la detención de los sospechosos y qué pruebas son las que les incriminan en ambos incendios. Hoy por la mañana, en la rueda de prensa, «varios responsables de la Policía Nacional ofrecerán declaraciones para explicar los detalles y el alcance» de las detenciones. Al parecer, los detenidos cuenta con antecedentes.

En total, hay cinco detenidos

En total, hay cinco detenidosEn total, la Policía Nacional ha detenido en Ibiza a cinco personas por su presunta implicación en el incendio registrado en los Juzgados de Ibiza a finales del pasado mes de enero y a las que se les relaciona con otro incendio provocado en una casa ocupada en es Viver en el que falleció una mujer y resultaron heridas diez personas.

Gracias al grupo policial creado especialmente para resolver este hecho delictivo y a los medios tecnológicos de última generación utilizados por los agentes, se ha arrestado a las cinco personas y otra más ha sido investigada.

La Policía Nacional enseguida descubrió que el incendio de los juzgados, el 21 de enero, fue intencionado, ya que muy cerca del lugar en el que comenzó encontraron una escalera que al parecer usó el autor (o autores) y una mochila con pastillas de encendido. A partir de ese momento comenzó una investigación que ha fructificado pocos días después del incendio del edificio okupado de es Viver, el lunes de la semana pasada. Es ahora cuando la Policía Nacional ha revelado que también éste fue un incendio intencionado, a raíz de la detención de los sospechosos. De ahí la imputación del delito de homicidio imprudente.

Hoy se espera que, en la rueda de prensa, los investigadores de la Policía Nacional expliquen qué pruebas vinculan la comisión de ambos incendios y tal vez cuáles son los móviles de ambos fuegos.

El incendio de los juzgados quemó todos los expedientes del Juzgado de Instrucción número 1 y unos 700 del número 2, según la respuesta del Gobierno a una pregunta parlamentaria de Izquierda Unida. El edificio quedó inutilizado y paralizó la jurisdicción penal del partido judicial. Siete juzgados quedaron fuera de servicio: los cuatro de Instrucción, los dos de lo Penal y el de Violencia Sobre la Mujer, además del Instituto de Medicina Legal. Poco a poco, el Ministerio de Justicia ha ido buscando ubicaciones provisionales para estos juzgados, que siguen sin funcionar a pleno rendimiento.

En cuando al incendio del edificio okupado de es Viver, en el que vivían unas 80 personas, además de la muerte de Venturini, otras nueves personas resultaron heridas, tres de ellas de mucha gravedad.