Ya es habitual ver al diseñador de 84 años navegando en aguas pitiusas a bordo de su megayate Maìn, pero lo que no resulta tan habitual es que Armani salga a la cubierta de su barco a saludar a los curiosos que en el puerto La Marina Sovren (entre el martillo y el antiguo muro) se amontonan frente a su impresionante barco para curiosear.

Ayer por la tarde, para sorpresa de todos, Giorgio Armani decidió dejarse ver y saludar brevemente, algo que sorprendió y que supuso un detalle bien acogido por quienes se encontraban observando el yate.

El megayate Maìn está considerado como uno de los más bellos del mundo y ha sido construido "a medida" para el diseñador. Según ha explicado en alguna ocasión él mismo, Maìn es el apodo que tenía su madre de pequeña.

El barco fue construido en 2008 en el astillero italiano Codecasa, tiene 65 metros de eslora (por eso es uno de los 100 yates más grandes del mundo), está pintado de un color verde oscuro y su precio podría alcanzar los 200 millones de euros.