Un problema en la impermeabilización de la zona de esterilización del Hospital Can Misses obligó ayer a cerrar la zona de recuperación (conocida como «despertar») del bloque quirúrgico, según confirmó ayer a mediodía la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera. El cierre obligó a cancelar seis de las operaciones que estaban programadas, debido al retraso con el que comenzó la jornada quirúrgica tras la detección de una fuga de agua que causó goteras en la sala de postanestesia.

El problema lo detectaron antes de las siete de la mañana los técnicos del servicio de impermeabilización quienes, al llegar, descubrieron que el espacio estaba inundado al haberse soltado, durante la madrugada, un manguito flexible de una de las máquinas autoclave. Éstas se emplean para esterilizar todo el material quirúrgico y, entre otros productos, emplean agua. El agua estuvo cayendo durante horas y se ha filtrado desde esterilización (que está en la segunda planta del hospital) al bloque quirúrgico, en la primera. Las goteras han afectado a la Unidad de Reanimación y Post Anestesia, que se encuentra justo debajo.

La gerencia del área de salud destacó que se reparó la avería en ese mismo momento, al sustituir el manguito que se había soltado por otro. Sin embargo, la zona de reanimación sigue aún clausurada, ya que se encuentra dentro de la zona quirúrgica y antes de volver a abrirla hay que comprobar que no hay ningún problema. Ayer a mediodía estaban limpiando a fondo la sala, tras lo que se llevarán a cabo análisis microbiológicos. Si no hay sorpresas en los cultivos, la zona de reanimación volverá a abrir el próximo lunes.

Un portavoz de la gerencia del Área de Salud de Ibiza y Formentera explicó que una de las intervenciones aplazadas ayer se ha programado para hoy mismo. La intención de los médicos es que las otras cinco puedan realizarse al principio de la próxima semana. De la misma manera, señaló que hasta que vuelva a abrirse el despertar, se controlará la reanimación de los pacientes recién operados en la zona de Cirugía Mayor Ambulatoria, cuyos usuarios se trasladarán a habitaciones en planta.

Medidas «inmediatas»

Medidas «inmediatas»

Responsables de la unidad de control y seguimiento se reunieron ayer antes del mediodía con representantes de la concesionaria, Gran Hospital Can Misses, para pedir explicaciones y buscar «de forma inmediata» soluciones para evitar que esto vuelva a ocurrir. La filtración de agua se suma a la larga lista de incidentes que han afectado a los quirófanos del Hospital Can Misses, que han tenido que cerrar hasta en tres ocasiones por la aparición de moscas. La última de ellas, las salas de operaciones estuvieron cerradas más de veinte días paralizando la actividad quirúrgica.

La gerencia de Can Misses ha exigido a la concesionaria que revise la impermeabilización de la zona de esterilización, que, tras la fuga, consideran que no es correcta. Esto puede deberse, explicaron, a que las máquinas, que son pesadas, están ancladas al suelo, para lo que tuvo que taladrarse éste. Este aspecto es uno de los que se revisará en breve.

Además, se ha planteado la necesidad de contar con un «sistema de alerta automatizado» en la zona, donde no hay nadie por la noche. «La idea es limitar los problemas, poner barreras para evitar que esto pueda volver a ocurrir», destacan desde la gerencia. Otra de las peticiones se centra en los manguitos. Los técnicos comprobaron ayer que la presión fue la causa de la avería. Los que están instalados son de plástico y consideran que deben sustituirse por otros de metal, capaces de soportar más bares de presión. También se ha planteado la necesidad de extremar el mantenimiento de la zona, así como revisar el protocolo, de manera que haya alguien encargado de cerrar las llaves de paso del agua cuando las máquinas hayan acabado su trabajo.

En principio, según destacan desde la gerencia del Área de Salud de Can Misses, la concesionaria se ha mostrado «razonable» sobre aplicar estas medidas. Además, recuerdan que la empresa pública Tragsa, a la que se ha contratado, está llevando a cabo una auditoría de todo el edificio, una decisión adoptada tras los últimos cierres del bloque quirúrgico.