Los cerca de 60 empresarios de los establecimientos de ocio ubicados en el West End, en Sant Antoni, advierten de que la limitación del horario de las terrazas (hasta las 23 horas) y del cierre de bares, restaurantes, cafés concierto y salas de fiesta a las tres de la madrugada se traducirá «en el cierre de sus locales, en la reducción de la temporada turística en la localidad a sólo un mes y en la desaparición de más de 300 puestos de trabajo directos».

Los afectados sostienen a través de un comunicado que «lo que se ha vendido como una disposición destinada a reducir el nivel de contaminación acústica del municipio en beneficio de los vecinos del pueblo, no es más que una sentencia de muerte para muchas familias y pequeños empresarios». También destacan que esta medida «no tiene precedentes en zonas turísticas similares de España».

«Ni siquiera ordenanzas aprobadas por los gobiernos de Manuela Carmena (Ayuntamiento de Madrid) o Ada Colau (Barcelona) son tan estrictas», resaltan, al tiempo que destacan que en el pleno de este mes se prevé la aprobación definitiva de esta y otras medidas, aunque señalan que la limitación de los horarios de la actividad es «la más sangrante».«No es más que un parche»

«No es más que un parche»

Los empresarios critican que la medida está avalada únicamente por el estudio de una consultora de fuera de la isla, que «no refleja la realidad de la zona». De aprobarse definitivamente este mes la limitación horaria de la actividad, no daría tiempo a los afectados a adaptarse ni a buscar alternativas a esta nueva situación, según denuncian en la nota.

La restricción no afectará sin embargo ni a bodegas ni a locales de comida para llevar, lo que, avisan, «podría provocar un éxodo de consumidores a estos establecimientos». «Tenemos claro que este no es más que un parche que provocará que una vez cerrados nuestros locales, muchos sigan la fiesta haciendo botellón en playas o calles colindantes, por lo que sólo se desplaza el problema y no se le da una solución real», auguran los empresarios del West End.

Por ello, en las alegaciones que han presentado en contra de esta iniciativa del equipo de gobierno, los empresarios se comprometen a «incrementar la seguridad en la zona, a efectuar un riguroso control de puertas cerradas para evitar la contaminación acústica, a la venta responsable de alcohol, a la autorregulación de la publicidad dinámica, a la aportación para mejoras en la zona y al cumplimiento de las medidas de insonorización impuestas por el Ayuntamiento».

Autocrítica de los empresarios

Autocrítica de los empresarios

«Nosotros sí hacemos autocrítica y sí aportamos soluciones que beneficien a toda la ciudadanía. Entendemos que no puede cambiarse en tres meses un modelo turístico arraigado, pero creemos que entre todos podemos mejorarlo y aportarle calidad», sostienen los empresarios del West End.

En los casos en los que no se cumplan las medidas propuestas, «el Ayuntamiento deberá actuar con sanciones e incluso cierres». «Pero sólo en esos casos, y no eliminar de un plumazo a todo el sector», agregan con la confianza de que prime «el sentido común» y el Ayuntamiento dé marcha atrás.