María Martín-Rabadán es médico de Atención Primaria en el centro de salud de Can Misses. Es de Madrid. Lo primero que hizo cuando llegó a Eivissa fue apuntarse a un curso de catalán. El primer día, al ver que sus compañeros de clase residían en la isla «hacía 20 años» pensó que se había confundido de grupo. Pero no. «Era cuando se empezaba a hablar del catalán como requisito y por eso muchos se habían apuntado», recuerda esta médico que defiende que el catalán debe ser un mérito y no un requisito. A pesar de esto, destaca la importancia de que los profesionales aprendan catalán: «Los pacientes tienen todo el derecho a expresarse en su lengua».

María explica que en su consulta anima a los pacientes a dirigirse a ella en la lengua en la que más cómodos se sienten, ya que lo considera «básico» para que puedan explicarle bien qué les ocurre y cómo se sienten. Afirma que si se mudara al País Vasco haría lo posible por aprender euskera.

Lo mismo opina Maite Novella, coordinadora de Digestivo del Hospital Can Misses, que se muestra tajante: «Cualquier profesional que quiera optar a una plaza en el sistema sanitario debe tener la capacidad de comunicarse en las dos lenguas oficiales porque los usuarios tienen derecho a ser atendidos en estas dos lenguas». Novella destaca que la comunicación en la consulta es «fundamental» para poder llegar a un diagnóstico por lo que, indica, los pacientes deben poder explicar qué les ocurre en su lengua materna. Por esto, continúa, es «necesario» que los médicos tengan esta capacidad lingüística.

Novella matiza que la mayoría de los profesionales que se presentarán a las oposiciones «llevan ya un tiempo en la isla», por lo que, destaca, no cree que el conocimiento del catalán sea un problema. En este sentido, asegura que hablando con sus compañeros tampoco ha tenido la sensación de que el decreto del Govern cuente con tanta oposición como aseguran los sindicatos. «Si hablas con ellos uno por uno ves que la mayoría están dispuestos a aprender. Además, la mayoría entiende el catalán», afirma la coordinadora de Digestivo, que entiende que, en el caso de los servicios en los que haya más plazas que opositores, no se les exija. Eso sí, cree que estos profesionales deben comprometerse a aprenderlo y que el Govern debe facilitarles esta formación.

Tanto Maite Novella como María Martín-Rabadán señalan que, en general, sólo cuando se exige el conocimiento del catalán los profesionales se apuntan a cursos y lo aprenden.