Los adultos procedentes de regiones no catalanófonas de España son los que menos se apuntan a clases para aprender catalán, según indican los resultados de la 'Enquesta d'usos lingüístics a les Illes Balears de 2014'. Sólo el 19,3% se han matriculado en clases de catalán para adultos, seis décimas menos que en el caso de los extranjeros: un 19,9% de los residentes los habían cursado. Este porcentaje, entre los autónomos, es del 22,9%.

Cuando se les pregunta si les interesaría mejorar sus conocimientos de catalán, los resultados teniendo en cuenta el lugar de nacimiento son mucho más dispares. Sólo el 28,6% de los nacidos en comunidades en los que se habla catalán responden que sí, cifra que aumenta hasta prácticamente uno de cada tres (un 30,7%) entre los nacidos en otras zonas de España. Los extranjeros son los que se muestran más interesados en aprender catalán, así lo afirman un 49,2%.

La encuesta detalla algunos de los motivos que aducen los entrevistados para querer aprender esta lengua: integrarse, poder ayudar a los hijos escolarizados u obtener certificados útiles en el mundo laboral, principalmente.

Por edad, el grupo que manifiesta más interés en aprender catalán son los que tienen entre 30 y 44 años (un 45,3%), precisamente, este es, junto con el de los que tienen entre 45 y 64 años, el grupo en el que más personas han realizado ya cursos de catalán (26,4 y 26,8%). A medida que aumenta la edad de la población, se reduce la intención de aprender esta lengua. Sólo una de cada tres personas de entre 45 y 64 años querrían dominarlo menos, cifra que cae de forma drástica hasta el 8,9% entre los que han cumplido ya los 65 años. Curiosamente, éste es el único grupo en el que hay más personas que se han apuntado a cursos de catalán (11,6%) que interesados en hacerlo, una situación completamente contraria a la que se aprecia entre los más jóvenes, los de entre 15 y 29 años: sólo el 7% se han inscrito en cursos de catalán para adultos mientras que el 40,1% quiere mejorar sus conocimientos de este idioma.

El bajo porcentaje de jóvenes que se han matriculado en estas clases se debe a que buena parte de ellos estudiaron catalán durante su escolarización, de manera que no lo necesitan.