Como en cualquier tarde calurosa de verano, ayer un ambiente de completa relajación emanaba del Club Náutico de Vila pocos momentos antes de conocerse la resolución de la Autoridad Portuaria. Había una veintena de personas en diferentes mesas, pero todas ellas entregadas al mismo placer de charlar con alguna copa junto a las dársenas y Dalt Vila. Daban mucha envidia.

Un grupo de socios veteranos preguntó si había alguna novedad en la adjudicación. Todavía no, pero no parecían nerviosos, ni tan solo indignados, porque un club náutico mallorquín, el de Porto Colom, y el grupo de inversiones que ha formado 12 Millas quisieran arrebatar una entidad formada por centenares de socios ibicencos «de toda la vida» . Su estado de ánimo correspondía más bien a la incredulidad ante unas pretensiones fuera de lugar: «pero si esa gente no tiene nada que ver con este Club Náutico, esto lo ha hecho la gente de Vila ya hace más de 90 años».

«Aquí nos hemos casado muchos ibicencos, han aprendido a navegar muchas generaciones y se celebraban las fiestas de Nochevieja», recuerdan.

El vínculo con Vila también lo recordó ayer el alcalde, Rafa Ruiz, el primero en dar la noticia en su cuenta de Twitter tras finalizar el consejo de administración de la Autoridad Portuaria, del que es miembro. «Es un paso importantísimo para la ciudad, todos esperábamos que continuara el Club Náutico, independientemente del color político», destacó. «Es una entidad que tiene la medalla de oro de la ciudad, con un interés social y deportivo de gran arraigo para toda la isla», valoró Ruiz, quien quiso destacar que todos sus sucesores «han luchado en los últimos ocho años para conseguir este objetivo».