Santa Eulària presentó ayer una denuncia en Fiscalía contra los responsables del Polvorín de Santa Gertrudis por la presunta comisión de un delito de desobediencia, ya que no acataron la orden municipal de suspender la reunión de chamanes que se celebró en estas instalaciones entre el jueves y el domingo pasados, informó ayer el Consistorio.

Un día antes del encuentro se presentaron en el Polvorín varios técnicos del Ayuntamiento de Santa Eulària, así como algunos agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil. Tras la inspección, el Consistorio anunció que abrirá un expediente urbanístico porque, según observaron los técnicos, en el lugar se están realizando algunas obras sin licencia. Además, dio orden de cancelar la reunión de chamanes prevista para los días siguientes. Como los responsables no acataron esta orden, el Ayuntamiento les ha denunciado en Fiscalía, la cual se incorporará al expediente urbanístico una vez que esté cumplimentado, añadieron desde Santa Eulària.

«Estamos sorprendidos con la visita del Ayuntamiento y demás autoridades, ya que sentimos que han llegado con una predisposición hacia nosotros, pensamos que nos juzgan por sucesos anteriores totalmente ajenos a los objetivos de este encuentro, que es un ejemplo de vida al cual deberíamos dar la bienvenida», dijo Alejandro Lozano, administrador del Polvorín.

Lozano explicó que tomaron la decisión de no pedir permiso al Consistorio para organizar la reunión de líderes espirituales porque, a su entender, no lo necesitaba. «El derecho de reunión es un derecho fundamental reconocido por la Constitución», subrayó Lozano, quien, además, piensa que el Ayuntamiento no ha justificado la orden de suspender la reunión.

En ese encuentro de líderes espirituales participaron representantes de numerosos pueblos indígenas americanos, así como conferenciantes como Jeremy Narby, Charles Eisenstein y Daniel Pinchbeck, autores mundialmente reconocidos en materia de culturas indígenas y comunidades alternativas, según explicó el propio Lozano.