Los abusivos precios de los alquileres no solo frenan la llegada de trabajadores a Ibiza sino que también están expulsando a muchos temporeros que prefieren probar fortuna en otros sitios antes que recalar en la isla. «Nos encontramos con muchos casos de trabajadores de temporada con antigüedades de 10 o 15 años en un hotel que piden una excedencia para buscarse la vida en otro sitio porque no pueden asumir el coste que supone vivir en la isla», denuncia Consuelo López, secretaria de organización de Comisiones Obreras.

«Allí, en sus lugares de origen, quizás tengan menos estabilidad o ganen menos dinero, pero a la larga les compensa más», apunta López. «El sueldo medio de un trabajador de la hostelería es de 1.200 euros al mes y si tienes que pagar 1.600 euros por un piso con dos dormitorios, pues difícilmente vas a conseguir vivir en Ibiza, este sueldo ya no da para vivir aquí», señala la sindicalista, quien considera una «vergüenza todo lo que está pasando con los alquileres».

«Es inadmisible e incomprensible», apunta Fernando Fernández, de UGT, que observa que las «mafias» que se han apoderado de los pisos «están restando la posibilidad a muchos trabajadores de poder venir aquí a trabajar». Por su parte, Enrique Lorenzo, de USO, va más allá y señala que la falta de temporeros repercutirá en los que ya están trabajando. «Tenemos el temor de que haya una sobreexplotación, un sobreesfuerzo por parte de los empleados para cubrir los turnos que no se pueden completar porque no hay personal suficiente», advierte.

Viviendas que ahora son spas

Los sindicatos valoran la medida que han adoptado muchos empresarios de comprar viviendas para alquilárselas a sus trabajadores. «Con el tema de los alquileres se están echando a perder muchas cosas en esta isla, como la antigüedad o la experiencia de muchos trabajadores, y de ahí que el empresario se vea forzado a estas maniobras de comprar pisos; pero creo que no es lo suyo, eso debería ser una medida temporal», entiende López, que considera que «otra cosa sería que se viviera en los hoteles».

El problema de vivir en los hoteles es que muchos empresarios, como apuntan los sindicatos, en su día decidieron reconvertir los espacios que tenían reservados para alojamiento de empleados en spas o almacenes. «Eso habría que recuperarlo para los trabajadores», señala López.

Muchos de los temporeros que vienen a la isla a trabajar se pueden alojar en su hotel «porque tienen un derecho consolidado», pero a la gente de nueva incorporación le resulta «imposible» encontrar una vivienda. «Es una vergüenza muy gorda», comenta Fernández.

Y otra de las causas que está provocando el rechazo de la gente a trabajar de temporada en la isla es que ante la falta de trabajadores cualificados se aumenta la contratación de estudiantes. «Este año hay mucha contratación de estudiantes de aquí de la isla, de gente que trabaja para pagarse sus estudios, que son gente que no tienen problema de vivienda porque la masa trabajadora que venía de fuera ya se ha perdido», comenta Enrique Lorenzo, del sindicato USO.