A las 11.30 horas, buena parte de las bancadas de la iglesia ya están ocupadas. Es día grande y coincide en domingo, así que se espera llenazo en el templo. Tal cual. Media hora después ya no es posible encontrar un hueco libre para sentarse.

La misa solemne en honor a Sant Josep comenzó a mediodía con la entrada de las autoridades, el Grup Folklòric de Sant Josep y el Grupo Folclórico de Viana do Castelo (Portugal). Este último era el grupo invitado a las fiestas y después de la misa hizo una demostración de la energía y vitalidad que desprenden su música y sus bailes, como buenos embajadores de las tradiciones folclóricas del Miño.

El párroco del pueblo, José Luís Mollà Ferrer, saludó en portugués al grupo invitado, que agradeció el gesto, y aprovechó el día grande para reconocer el trabajo de los obreros de la parroquia, catequistas y al coro parroquial, que cantó durante toda la misa y fue aplaudido con energía al final del oficio.

Tanto el párroco como el obispo felicitaron a los Peps, Pepes, Pepas, Joseps, Josefas y demás variantes y de manera directa al alcalde, Josep Marí Ribas Agustinet, que ocupaba su asiento en la primera fila junto al presidente del Consell, Vicent Torres, y otras autoridades civiles y militares de la isla.

Al finalizar la misa, el alcalde recordaba que el año pasado por estas fechas pidió simbólicamente ayuda al santo del pueblo con el problema del agua. «Creo que Sant Josep -y seguramente otras cosas (puntualizó con cierta ironía)- me han ayudado a cumplir el objetivo, porque es un problema al que le vemos ya el final», apuntó. «Creo que ya podemos ir pidiéndole otras cosas. Estamos de enhorabuena con el tema del agua y seguro que antes del próximo Sant Josep habremos celebrado que tenemos agua buena en todo el municipio y vamos a poner otros objetivos», concluyó.

Día grande de las fiestas de Sant Josep

Día grande de las fiestas de Sant Josep

Mientras hablaba se escuchaba de fondo cómo tañía la campana del templo Pep des Canal d'en March, como cada día de Sant Josep desde hace más de cinco décadas.

Los obreros de la parroquia ofrecieron orelletes, flaó y moscatel a los vecinos y no pocos turistas que se agolparon para ver las actuaciones de ball pagès y folclore portugués.

Fiesta al sol

«Ya teníamos ganas de que llegase Sant Josep y, además, siempre hace buen tiempo por estas fechas, es una fiesta divertida que anuncia ya la primavera», comentaba Dolores Ruiz, vecina de Cala de Bou que no se pierde la fiesta desde hace cuatro años. «Lo que disfruto más es este momento de la salida de la iglesia porque ves cómo todos nos saludamos y el ambiente es muy bueno», añadía la vecina.

Es Racó Verd, Can Xicu y la terraza de Can Bernat Vinya estaban repletas y también todos los bares y restaurantes a lo largo de la calle Pere Escanellas por donde discurrió la procesión.

Al finalizar el recorrido con las imágenes del templo había tanta gente esperando al ball pagès , pero enseguida se hizo un corro y comenzaron llargues y curtes del grupo anfitrión. A continuación, los bailes de los portugueses que lucieron vestidos tradicionales profusamente bordados, además de hoces y otros elementos que hacían referencia al trabajo del campo y a la cosecha como cestos con grandes panes.

Los populares Santi Marí, Vicente Marí Bosó, Vicent Marí, Vicent Roig y Neus Marí acudieron a la fiesta, así como una representación del Consell de Ibiza, entre los que estaban, además del presidente del Consell, Vicent Torres, la consellera Pepa Marí y el director de Turismo, Vicent Torres, Benet. La corporación josepina también se sumó a la fiesta.