Unidos para mejorar la gestión del agua con el objetivo de ser más ágiles y eficientes ante un problema que lleva años enquistado en Ibiza. Los dirigentes municipales de la isla volvieron a coincidir ayer, como ya lo hicieran en el último Consell de Alcaldes, en hacer un «frente común» para reclamar al Govern la gestión de los recursos hídricos que les permitiría mejorar en «inmediatez» para dar respuesta «ágil y eficaz a los ciudadanos» ante los problemas derivados de este recurso.

Este fue uno de los temas más destacados que se debatió ayer en la mesa redonda moderada por Juan Luis Castillo, director de zona de Aqualia, dentro de la jornada organizada por esta compañía ´El agua en las Pitiusas. Todos somos responsables´ celebrada en el centro cultural de Jesús.

«El agua no debería ser un problema, pero en el pasado las cosas se hicieron muy mal y lo que tenemos que hacer ahora es buscar vías de concurrencia y transparencia como la que hemos iniciado con Sant Antoni (ambos municipios están estudiando mancomunar este servicio)», aseguró el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz.

Tanto Ruiz como el alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, apelaron al papel de los ayuntamientos como administraciones de «proximidad» para resolver los problemas que se ocasionan con este recurso y abogaron por la creación de una agencia insular del agua. «El agua ha de ser gestionada desde aquí, que es donde se detectan los problemas y donde la actuación puede ser más inmediata y por eso necesitamos una agencia insular que controle y ofrezca una gestión del agua con garantías de calidad, de cantidad y con una tarifa asequible», señaló Marí, que en su intervención desgranó las actuaciones llevadas a cabo en Santa Eulària, como la municipalización de la red de suministro y la modernización de las tuberías.

Josep Marí Ribas, Agustinet, inició su intervención pidiendo disculpas por la sobreexplotación que sufre el acuífero de sa Serra Grossa a través de la desaladora móvil. «Sé que no hay justificación para explicar la situación de este acuífero, no quiero culpar a nadie, pero la única razón es que en Sant Josep no tenemos agua», lamentó Agustinet, que defendió con vehemencia el trabajo que está desarrollando su ayuntamiento: «Tenemos obras por todos lados para tratar de mejorar el servicio y hemos elaborado una ordenanza en la que también se penaliza a los grandes consumidores».

360 km de tuberías

El alcalde reconoció la dificultad de afrontar este problema en un municipio tan extenso, con la población tan dispersa y que tiene 360 kilómetros de tubería, «muchos en muy mal estado».

El alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, Cires, añadió un elemento más al debate: la reutilización del agua depurada. «Tendríamos que incidir en este tema, no puede ser que saquemos dos toneladas de agua por un lado y luego las tiremos a la bahía». Además, insistió en que los ayuntamientos no deben ser «competidores» entre ellos y puso como ejemplo a las empresas que se unen a la hora de concurrir a un concurso público.

Por su parte, el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Carraca, aseguró que el agua no es uno de los grandes problemas del municipio, y fijó en un 76% el aprovechamiento del agua que corre por las tuberías de Sant Joan. Además, reclamó en varias ocasiones al Govern la renovación de la depuradora de Portinatx.

Al igual que Cires, Carraca abogó por la reutilización del agua depurada y aseguró que también hay que tener en cuenta a los agricultores, «como grandes consumidores de agua».

Tras las intervenciones de los alcaldes, el catedrático Enrique Cabrera, que por la mañana ofreció una conferencia y se encontraba entre el público, aseguró que realizar la gestión integral de este recurso desde Ibiza es «muy difícil». «De la forma actual como se funciona, con subvenciones, no se puede hacer; es un brindis al sol», sentenció Cabrera.