La única posibilidad de que Telefónica mantenga sus proyectos de fibra óptica en Ibiza consiste en que los precios de interconexión que se fijen para este servicio sean lo suficientemente altos como para que a la empresa le resulte rentable la inversión que realiza instalando estas infraestructuras. Si el precio es muy bajo, Telefónica no tendría ya ningún incentivo para continuar con despliegues de fibra en poblaciones cada vez más pequeñas y por tanto más caras y menos rentables de cubrir. En cambio, si el precio que se autorice es más elevado, entonces la compañía podría conservar su interés en mantener su despliegue.

«Si la regulación no es buena, pero al menos se enjagua un poco con unos precios normales, tal vez sería una salida, pero otras veces no ha sucedido», afirmó el portavoz de Telefónica, recordando la implantación de ADSL.