­El ingeniero agrónomo Joan Marí, responsable del control de la agrupación del olivar de Ibiza, dirigió ayer una cata de aceites de la isla en la almazara de Joan Benet, donde productores y restauradores pudieron probar el producto de esta marca y la de ´Oli des Güelo´, confeccionado con oliva de varias producciones.

Marí destacó la buena salud del aceite ibicenco, y, como prueba de ello, reveló que la isla ha pasado de contar con seis marcas comerciales de aceite en 2010 a 15 marcas en la actualidad, lo que supone un incremento del 250%. «Es un producto que tiene cada vez más demanda tanto por parte del consumidor individual como de restaurantes, una demanda que están aprovechando los productores», destacó Marí.

El experto añadió que la producción comercial anual, que ronda los 20.000 litros, ha aumentado también con respecto a cinco años atrás, «porque eran plantaciones más jóvenes» pero actualmente se mantiene. Esta cantidad se está quedando corta para la cada vez más alta demanda, «hasta el punto de que la mayoría de marcas habrá vendido todo su aceite para octubre de este año». «Se necesitaría producir más aceite y, por consiguiente, se necesita más cantidad de árboles plantados», subrayó Marí, que cree que para incitar a los agricultores a incrementar las hectáreas dedicadas a este cultivo «se podría trabajar en varias líneas, como que la administración pública diese un pack de ayudas para la plantación de olivos, ya sea a través de ayuntamientos, del Govern o de los consells, además de simplemente animar a los agricultores a plantar olivos porque realmente hace falta más aceite», destacó.

La agrupación del olivar de Ibiza suma actualmente 65 productores, que representan unas 105 hectáreas de olivar. Unas 60 de ellas están adheridas a la producción integrada de las Illes Balears y 33 son de producción ecológica. El resto se dedican al autoconsumo.

Las variedades mayoritarias de oliva que hay en Ibiza son la arbequina y la picual, con unas 12.000 o 14.000 de la primera variedad y unas 10.000 de la segunda.

Las marcas de Ibiza, según destacó el ingeniero, están logrando mantener «una calidad constante a lo largo del tiempo», es decir, en las diferentes cosechas. «Hay incluso marcas que repiten exactamente el análisis cada año cuando se someten a ellos para obtener el sello Oli d´Ibiza», remarcó.

Amenaza del tiempo loco

La sequía de este año no es especialmente preocupante para la cosecha de oliva porque los productores tienen suministro suficiente de agua, según aclaró ayer Joan Marí. Lo que sí preocupa es «este tiempo cambiante o un invierno muy suave, que son indicadores de que tendremos problemas de plagas y seguramente algún accidente meteorológico (como fuertes tormentas, granizo, mucho viento, olas de calor) a partir de abril o mayo. Eso puede afecta a la floración y que luego haya más mosca del olivo. Puede haber problemas. Más que la sequía, es el tiempo cambiante o la meteorología un poco loca la que afecta a los olivos», matizó.

Durante la cata, Joan Marí destacó que el aceite de oliva de Ibiza es especialmente fresco porque siempre se consume dentro del año de producción, algo «muy positivo», porque es el momento «óptimo» para tomar el aceite, que pierde propiedades con el tiempo. El sabor es «afrutado medio, con un amargo marcado y un picante intenso», describió el experto. Un aceite de primer nivel.