José Luis Benítez, presidente de la Asociación Ocio de Ibiza, que agrupa a locales tan importantes como Ushuaïa, Bora Bora, Blue Marlin o Privilege, pidió ayer a través de un escrito que las autoridades «hagan cumplir la ley». «Los vividores o listillos se arriman al sol que más brilla y ahora proliferan los beach clubs ilegales, los party boats ilegales, las fiestas ilegales en casas y todo esto quita clientes a unos y otros», indicó Benítez. Además, remarcó que ahora se quiere prohibir todo lo que se haga en el exterior, pero recordó que el «turista reclama libertad», aunque no se le puede dar «a cualquier precio».

«Los políticos tienen un gran problema, la justicia es lenta, pueden actuar, pero las medidas de verdad o vienen tarde o no tienen la fuerza que deberían tener. Y luego está la alarmante falta de Policía, lo que lleva a que los listillos vivan a sus anchas», añadió el presidente de esta asociación que agrupa a muchos beach clubs.

Benítez, en una carta remitida a este diario, recordó que la Ley turística aprobada por el PP ha permitido que muchos empresarios hayan podido legalizar sus negocios. «Eso es bueno, pero aún así, muchos siguen actuando fuera de la ley y lo que tienen que hacer los ayuntamientos es tener mano dura. Sant Josep lo ha hecho y ha precintado varios negocios que no tenían ningún tipo de licencia, esto nos demuestra que si se actúa se pueden erradicar las ilegalidades», agregó el portavoz de Ocio de Ibiza, que recordó que las normas están para cumplirlas.

«Ningún negocio al aire libre debe tener música más allá de las doce de la noche y ninguna discoteca debe estar abierta después de las siete de la mañana», recordó Benítez, que también se mostró contrario a la ecotasa y a que se «destrocen más las playas». «Lo que tenemos es suficiente, pero necesitamos controlarlo y como se ha demostrado que los propios empresarios por sí solos no pueden, las autoridades tienen que ayudarles», agregó el presidente de la asociación, que se refirió también a la necesidad de solucionar el tema del agua, de la limpieza y de la seguridad en la isla. «Sigamos teniendo esos rincones sin chiringuitos», insistió Benítez, que también pidió que Dalt Vila se arregle para que los turistas puedan pasear por un sitio «maravilloso que es Patrimonio de la Humanidad».

«Ibiza necesita a Ushuaïa, Pachá, Amnesia, Lío, Las Dalias, Km5, Dc10, Blue Marlin, Ocean, Nassau, Mambo, Café del Mar y tantos otros que hacen que la isla tenga un atractivo extra para la gente que nos visita. Que no os engañen, el dinero que estos negocios ganan sí que nos beneficia a todos los de a pie», insistió el presidente de la asociación, que remarcó que no se puede imaginar una isla sin estos negocios. Benítez también recordó que Amnesia y Ku fueron discotecas al aire libre y que con «buen criterio» las autoridades obligaron a cubrirlas para preservar «el derecho a descansar».

También destacó la medida progresista de acabar con los after-hours, una decisión «manipulada», pero que resultó ser «buena» porque a determinadas horas «hay que estar dopado para aguantar».