­«Mejorar», no cambiar, el modelo turístico de Sant Antoni y su imagen, y representar los intereses de los británicos e irlandeses que viven en Ibiza, es el objetivo de la recién constituida Asociación de Residentes y Empresarios Británicos en Sant Antoni y su Bahía (Arebri). En la presentación de este colectivo, su presidente, Martin Makepeace, criticó la «falta de control y de limpieza» de estas zonas.

A pesar de sus quejas, Makepeace anunció que este colectivo tenderá la mano al Ayuntamiento para mejorar la imagen turística de Sant Antoni. «Queremos ser parte de la solución a los problemas», aseguró el presidente de Arebri, que representa, «por ahora», a 50 empresarios y residentes. Makepeace explicó que los cambios políticos que se han producido tras las elecciones del pasado 24 de mayo han originado el nacimiento de esta asociación. «Daremos voz a los mil británicos que residen en el municipio, no solo a las empresas», puntualizó Makepeace.

Se da la circunstancias de que el promotor y presidente de Arebri fue el número 12 de la candidatura del Partido Popular (PP) al Ayuntamiento de Sant Antoni. «Esta experiencia política me ha servido para hacer contactos, pero el origen de esta asociación no se debe al cambio de gobierno», afirmó el presidente de Arebri, un empresario que reside en la isla desde hace 25 años.

Por su parte, el secretario del colectivo, Nathan Seal, sostuvo que el Ayuntamiento debe tener en cuenta la experiencia de los empresarios británicos. «Los políticos escuchan los problemas que hay, pero nosotros los vemos. Somos sus ojos en las calles», apuntó Seal, que propuso una colaboración estrecha entre políticos y británicos.

Además, el secretario de Arebri, que también es propietario de tres negocios del West End, se quejó de que los problemas de Sant Antoni son los mismos de siempre: venta ambulante, prostitución, suciedad y seguridad. Respecto a los dos apuñalamientos ocurridos en las últimas tres semanas, en la que se han visto involucrados británicos y que la Guardia Civil atribuye a pugnas por el control del tráfico de drogas, simplemente repitieron que es necesario «un mayor control».

Reproches a los agentes cívicos

La nueva asociación critica la escasa presencia policial en el pueblo, «no solo en el West End». A este respecto, Seal afirmó que los agentes cívicos son un «despilfarro». «Este servicio es inútil, es tirar el dinero a la basura. Sería mejor destinar los 100.000 euros que costaron [el servicio se adjudicó por 101.000€] a personal de limpieza», consideró Seal.

En cuanto a si la mala imagen de Sant Antoni responde al tipo de turista que visita el municipio, los representantes de esta asociación rechazan esta relación e insisten en que se debe a los problemas «de cada año», entre ellos «suciedad, venta ambulante y prostitución».

«No me gusta hablar de cambios, sino de mejora. Hay que ser realistas», expresó Makepeace.

Asimismo, lamentaron que «siempre» se critique la situación de Sant Antoni, «cuando en Platja d´en Bossa ocurre lo mismo».