Su presencia domina el paisaje. La red instalada en Cala Vedella para impedir la entrada de medusas en la zona de baño ya se encuentra completamente desplegada. De 200 metros de longitud, la barrera atraviesa la cala de parte a parte creando una línea divisoria sobre la superficie del agua que se impone en el paisaje y sorprende a los visitantes. Desde las alturas, impacta.