La presidenta de la Sociedad Española de Neumología resaltó la conveniencia de que el cigarrillo electrónico sea considerado oficialmente como medicamento, al objeto de poder regular sanitariamente este artículo, que ahora mismo está considerado como tabaco. La facultativa consideró que los cigarrillos electrónicos pueden ayudar a abandonar el tabaco y pueden ser una medida eficaz para la deshabituación si el fabricante garantiza que en su producción no se emplean materiales dañinos que puedan ser inhalados. «Ahora mismo hay cosas de los cigarrillos electrónicos que no se saben», afirmó Alfageme, puesto que no están sujetos a control sanitario. Cascales y Alfageme se mostraron partidarios de que este tipo de artículos pasen a venderse en farmacias como un elemento más para ayudar a dejar el hábito de fumar y contar con todas las garantías legales.