Turismo

El hombre que abrió Ibiza todo el año

El Consell distingue al empresario hotelero José Colomar como Hijo Predilecto por su labor en el campo del turismo, la cultura y la salud

José Colomar durante la entrevista en la cafetería del hotel Royal Plaza de Vila.

José Colomar durante la entrevista en la cafetería del hotel Royal Plaza de Vila. / CRISTINA LÓPEZ

LAURA FERRER ARAMBARRI | IBIZA

La recepción del Royal Plaza bulle con el ir y venir de una veintena de chicos muy jóvenes vestidos de traje oscuro. Una visión un tanto desconcertante que queda aclarada cuando el propietario del hotel, José Colomar, explica que son los jugadores de la Selección Española Sub-17 que la tarde anterior han disputado en Ibiza el partido amistoso internacional contra Italia. Es un jueves cualquiera de enero y la mayor parte de los hoteles de la isla están cerrados, pero el Royal Plaza sigue muy vivo en pleno invierno, desde 1980.

Colomar recibirá en abril la distinción de Hijo Predilecto del Consell, un «honor» para él, que se siente orgulloso de haber abierto el hotel «para dar servicio a la isla y a la ciudad todo el año. Y así se ha mantenido desde hace 35 años», remarca. Mientras se toma su cortado descafeinado con sacarina, al que es fiel todas las mañanas, José Colomar, nacido en Sant Carles en 1932, subraya que, para bien o para mal, su objetivo en la vida «nunca ha sido hacer millones» sino «vivir simplemente bien, ayudar a mi familia y ayudar a quien lo necesita sea vía IFCC, Rotary Club, Pro-Arte o sea la vía que sea».

Mientras desgrana los detalles de su larga trayectoria profesional no olvida algunos nombres claves en su vida, sin los que no sería el empresario que es. Quizás la clave está en el ibicenco Ernesto Hernández Sorà, al que todavía hoy se refiere como ´Don Ernesto´. Habla con enorme cariño de este hombre que era amigo de su padre y que le consiguió su primer empleo en el mundo del turismo en el famoso hotel Formentor. «Don Ernesto era uno de los dueños del hotel y allí comencé en 1957, sirviendo al personal bandejas de bullit de peix o garbanzos. Tenía 19 años», relata Colomar, al que no le importa reconocer que comenzó «en lo más bajo». Es más, está orgulloso de poder decir que ha llegado donde está «comenzando en la cocina» y que eso le ha hecho conocer mejor el negocio. «Si empiezas con la carrera hecha, si empiezas como director, mal asunto, porque no conocerás lo que hay. Un coronel debe ser soldado primero», subraya.

Por entonces ya había completado sus estudios de Comercio en Palma, cuando conoció a unos jovencísimos Miguel Fluxá, Gabriel Escarrer o Gabriel Barceló, con los que asegura que mantiene una gran amistad.

Estuvo casi un mes sirviendo al personal pero pronto ´Don Ernesto´ vio las posibilidades de un chico con buena planta, que por entonces ya hablaba cuatro idiomas y tenía muchas ganas de aprender y prosperar. «No habría hecho ni la mitad de cosas que he hecho en mi vida de no ser por conocer idiomas. He podido ser presidente de la Asociación de Directores de Hotel de Europa porque domino el inglés, puedo escribir un documento, dar una conferencia», subraya.

Su don de gentes y los idiomas fueron claves para llegar a ser jefe de recepción del Formentor durante cinco años. Además, durante la temporada baja aprovechaba para viajar por toda Europa y trabajar en buenos hoteles de Lausana, Düsseldorf, Bruselas o Londres. Así, una vez finalizada su relación laboral con el hotel Formentor se trasladó al prestigioso hotel Plaza Athénée de París. Una experiencia única que relata como si fuera ayer.

Pero la ´llamada´ de Ibiza era muy fuerte, así que con sus ahorros, el apoyo de su amigo Vicente Juan Guasch -fallecido en 2012- y unos socios británicos construyeron e inauguraron el hotel Fenicia de Santa Eulària en el año 1967, que Colomar dirigió hasta 1978.

Solo dos años después, a finales de 1980, abría el hotel Royal Plaza. Y no ha cerrado hasta hoy.

Tracking Pixel Contents