Vale todo con tal de pasar unos días de vacaciones en Ibiza o con tal de ganar dinero. En las webs que ofrecen alojamientos alternativos al hotelero convencional se encuentra de todo, y no solo por los precios. Airbnb se vende como la web donde se pueden hallar «alojamientos únicos», desde «cabañas en un árbol a iglúes». Y en Ibiza, desde el camarote de un velero a un tipi sioux o una caravana (en realidad, tres).

Por 40 euros la noche se puede ser el huésped de un hombre que comparte el camarote de su barco. Incluye champú, wifi y desayuno. Dice ser «apto para familias con niños», aunque no salen las cuentas si el dormitorio solo tiene una cama con capacidad para dos personas. «Bienvenido al estilo de vida de los lobos de mar (o de los gitanos)», se anuncia.

A través de Airbnb se puede alquilar desde un alojamiento por 5.200 euros la noche en un lujoso chalet de Porroig a una estancia en un tipi indio, esas viviendas de forma cónica que aparecen en toda película de vaqueros que se precie. Sale a 77 euros la noche en cualquier época del año. Dice ser un bed & breakfast con capacidad para dos personas. Llegadas desde las 13 horas y salida ante de las 11 horas, como en los hoteles. Hay que dejar un depósito de seguridad de 100 euros. Instalado en Platges de Comte, el tipi es ecofriendly» y tiene una «al fresco shower». Quien quiera hacer el indio debe contratar una estancia mínima de cuatro noches.

El negocio de las autocaravanas como alojamiento turístico también parece pujante en Ibiza. Una pareja ofrece en Airbnb hasta tres alojamientos de ese tipo en Ibiza, desde 50 a 60 euros por noche, si bien los precios se disparan al llegar el verano: en julio cuesta 120 euros por jornada. Una semana sale por 840 euros... más 65 euros de gastos de limpieza y 88 de «tarifa de servicio», que es «la comisión que cobra Airbnb». Se venden como «una caravana bajo los pinos» de Sant Rafel con capacidad para dos personas, wifi, champú y desayuno. Es más cara la que además ofrece la posibilidad de bañarse en una piscina.