Un senegalés se ríe al observar a un siciliano tirar un jarrón al aire mientras sus compañeros del Akragas folk dance group Agrigento bailan en corro, agarrados de la mano. Una pareja de turistas británicos observa con detenimiento los trajes de la colla de Sant Rafel. Una mujer magrebí no quita ojo a los castellonenses del Grup de danses El Forcat. Unos niños ecuatorianos se ríen mientras miran a los miembros de la colla de Sant Rafel y unas jóvenes ibicencas hacen una foto a los aguerridos ´guerreros´ turcos del Istanbul Kilic Kalkan Grubu.

No, no es Piccadilly Circus, en Londres, ni estamos en Manhattan. Es la XIV Mostra Folklòrica Ciutat d´Eivissa, en la plaza de Julià Verdera de ses Figueretes. Un éxito, como casi siempre, con las sillas de plástico y los bancos abarrotados y decenas de personas de pie aplaudiendo sin parar a los bailarines.

«Menos mal que no ha llovido», comentó justo antes del comienzo del certamen, a las seis de la tarde, Cata Prats, la organizadora y presidenta de la colla ibicenca de Sa Bodega. «Cada año vienen grupos diferentes, estamos muy contentos», apuntó Prats. Y tanto, porque algunos de los bailarines, los que más llamaron la atención sin duda, llegaron desde la lejana Estambul. Ataviados con escudos y dagas y con un traje muy llamativo, los turcos hicieron las delicias del público.

Las muñeiras y jotas de las cuatro provincias gallegas de la agrupación folclórica Tequexetéldere, de A Estrada (Pontevedra) también gustaron mucho, sobre todo cuando una mujer bailó con una cesta que contenía un bollo, sobre su cabeza. «Es un baile tradicional de boda.

Desarrollamos trabajos de campo con nuestros mayores para que no se pierdan estos bailes», explicó el responsable del grupo, Kike Vázquez.

Después de los gallegos subieron al escenario los integrantes del Akragas folk dance group Agrigento, con un baile alegre y desenfadado que también cautivó al público de ses Figueretes. Mezclados entre el público esperaban su momento las dos colles pitiusas y el Grup de Danses El Forcat, de Castellón.

«Tenemos cerca de 40 socios pero a Ibiza hemos venido 20, con bailarines desde 16 hasta 69 años, que son los que tengo yo, el mayor del grupo», bromeó el presidente Joan Prades. El folclórico explicó que han recorrido media Europa con sus bailes, en los que fusionan las influencias catalanas y aragonesas de su provincia. Cantan en castellano y en catalán y pasan con facilidad de los bailes «ceremoniosos» con influencias de sus vecinos del norte a las jotas, «bravas, aunque no tanto como las mañas», explicó Prades.