La bahía de ses Figueretes se iluminó ayer a medianoche con un castillo de fuegos artificiales que se lanzó desde s´illa de ses Rates y desde el espigón y que congregó a multitud de personas.

El público pudo ver una amplia gama de colores entre los que resaltó una vistosa combinación de rojo, verde y azul, así como dos bonitos conjuntos de perlas blancas y de lentejuelas doradas que cayeron sobre el agua.

Dos minutos antes del final, la intensidad y el ruido aumentaron, y las figuras que dibujaron los cohetes se hicieron más grandes. El espectáculo se prolongó durante algo más de diez minutos.

Una de las novedades con respecto al año anterior fue que las carcasas se lanzaron alternativamente desde dos puntos distintos, lo que sorprendió al público. Una persona situada en s´illa de ses Rates y otra en el espigón activaron uno a uno cada conjunto de figuras a través de un sistema eléctrico, que no prevé la explosión de todos ellos, a diferencia del sistema pyrodigital, que fue el empleado la noche de los fuegos en Vila.

En esta ocasión el espectáculo corrió a cargo de la empresa valenciana Ricardo Caballer, que empleó 176 kilos de materia reglamentada. El jueves cuatro operarios de la empresa comenzaron la preparación del dispositivo en s´illa de ses Rates, y ayer volvieron a reunirse desde primera hora de la mañana para poner a punto todos los detalles del lanzamiento, según explicó Javier Guardiola, uno de los responsables de Ricardo Caballer.

El Ayuntamiento ha asumido íntegramente el coste de los fuegos artificiales, que ha sido algo más de 9.000 euros (sin incluir IVA). Esta cifra es inferior a la del año pasado, que fue de 12.000 euros sin gastos añadidos. Las fiestas de ses Figueretes acaban esta noche con una fiesta flower power.