Francisca Sánchez Ordóñez, condenada judicialmente por un delito fiscal cometido en Málaga y promotora de varias obras ilegales en la isla de Ibiza, ha obtenido el tercer grado penitenciario desde hace dos semanas, por lo que a partir de ahora solo tendrá que pernoctar en la prisión.

Según confirmó este periódico después de que lo anticipara un medio digital nacional, Francisca Sánchez ha cumplido su pena durante todo el tiempo en la prisión de Ibiza, después de que fuera detenida el verano pasado a la salida de una fiesta en una conocida discoteca de Vila. Sobre ella pesaba una orden de busca y captura del juzgado de lo penal número 4 de Málaga, que la había condenado a dos años de prisión por defraudar 867.469 euros a la hacienda pública.

Al parecer, la empresaria ha reanudado algunos de sus negocios en la isla. Precisamente en relación a algunos de ellos -la urbanización Can Lola de Sant Josep- está instruyéndose un caso de desobediencia a la autoridad por la rotura de los precintos que la Guardia Civil y la Policía Local colocaron en los accesos a esta finca. De momento, se desconoce el estado en que se encuentra la instrucción de esas diligencias.

En declaraciones efectuadas por Sánchez al digital Vanitatis, ha explicado tras salir de la prisión: «Estoy siendo fuerte y la experiencia de la cárcel está siendo para mí determinante». «Recibir el sol y la luz de nuevo en mi cara es una alegría», añade.

Pulsera de localización

La condenada espera que le entreguen su pulsera de localización, con la que puede moverse fuera de la prisión, aunque deberá regresar a ella todas las noches. «Ahora lo único que quiero es poder recuperar mi vida laboral y familiar», añade en estas declaraciones, en las que además asegura que «nada es como se ha contado hasta ahora y la verdad de todo se sabrá muy pronto».

Al parecer, ha estado escribiendo un libro de carácter autobiográfico en la cárcel, «en el que lo contaré todo», anuncia en el medio digital Vanitatis, especializado en noticias del corazón.