Baile de resurrección entre mantillas blancas
Centenares de personas asisten a la procesión del Santo Encuentro en Santa Eulària, donde la Virgen de la Esperanza se inclina ante Cristo Resucitado
Marta Torres | santa eulària
Un poco despistados por las obras del Passeig de s´Alamera. Así asistieron ayer centenares de personas a la procesión del Santo Encuentro en Santa Eulària, donde los voluntarios de Protección Civil tuvieron que convencer a los asistentes para que despejaran la calle Sant Jaume para que la Virgen de la Esperanza se encontrara con Jesús Resucitado. Incluso con los compases de la banda ya acercándose a la plaza de España, todos se preguntaban en qué punto exacto las dos imágenes se pararían una frente a la otra. Especialmente nerviosos estaban los muchos turistas del Imserso que paseaban ayer por la localidad y que no querían perderse el momento.
El barullo sólo se calmó cuando la Esperanza, con manto de terciopelo rojo y cubierta con un velo negro, se paró frente a la fuente de la plaza. Cargada sobre los hombros de ocho cofrades y rodeada de manolas que cambiaron la mantilla negra del Viernes Santo por una blanca. Allí esperó la imagen de Cristo Resucitado, que se acercaba lentamente por la calle principal.
Un humilde llamador
Frente a frente, los costaleros de la Esperanza se arrodillan. La Virgen se inclina ante su hijo. El público aplaude mientras las imágenes vuelven a separarse unos metros. «¡Vamos con la segunda!», grita el capataz cuando callan las palmas. Un humilde trozo de madera sirve como llamador. Un golpe y la Esperanza vuelve a inclinarse. Algo más esta vez. Los aplausos se alargan, aguantan hasta que, casi tocando el suelo, retiran el velo negro de luto que la cubría por completo.
Llega la tercera reverencia. Madre e hijo se inclinan al mismo tiempo. En un rincón de la calle sueltan las palomas. Una veintena deberían revolotear entre las dos imágenes. Seis prefieren no emprender el vuelo y regresan a su finca en la misma caja en la que han llegado a Santa Eulària.
«A su lado, y bailamos», indica de nuevo el capataz. La Virgen se acerca a Cristo, momento que aprovecha una señora para salir de la multitud y besar los pies de la Esperanza. Los costaleros mecen las imágenes, a la misma altura, hombro con hombro, al ritmo que marcan los músicos. Bailan varios minutos frente al público antes de emprender, Cristo delante y la Virgen detrás, el camino hacia el Puig de Missa.
Les siguen las manolas con sus rosarios y sus flores en las manos, la banda, los integrantes de las cofradías y decenas de personas rumbo a la misa de Pascua.
- La prensa asegura que miles de turistas británicos cancelan sus vacaciones a Ibiza 'porque no son bienvenidos
- Fallece Toni 'Cala', propietario del restaurante Tijuana de Sant Antoni
- La 'Bestia del Este' llega a Baleares: ¿Cómo afectará a Ibiza?
- Una detención en una discoteca de Ibiza y dos camiones con 300 kilos de heroína: una huella dactilar lo aclara todo
- Venden un palacio del siglo XIX en el barrio más turístico de Ibiza
- La Agencia Tributaria registra varios intentos fallidos de vender Tagomago
- Un hombre en estado crítico en un tremendo incendio en una vivienda de Santa Eulària
- Cinco encapuchados roban con violencia una casa de Ibiza en la que había una mujer